PROCURO OLVIDARTE

CAPÍTULO 28

CEPEDA

Durante estos meses he trabajado duro. Cuando Manuel Martos me dijo aquel día, nada más salir de la academia, que confiaba en mí, no sé cómo no me eché a llorar en ese momento. Pero ahora, tras haber escuchado la versión definitiva de Esta vez, me es imposible no notar cómo mis ojos se han empañado.

-Cepeda, lo vas a petar cuando esto salga. -me dice Manuel. -Sabía que podía confiar en ti. Es un temazo.

Sus palabras me emocionan. No me puedo creer que aquellas letras que comenzaron a rondar por mi cabeza en Barcelona, en aquel primer concierto que ahora parece tan lejano, vaya a ser el primer single de mi carrera.

Pero no es la única canción que he compuesto en estos tres meses. Aitana es una fuente de creatividad e inspiración. Es una musa con patas, y al menos ocho de las doce canciones con las que contará mi disco, son por y para ella.

-Tu móvil. -dice Manuel mientras le abrazo, aún con lágrimas en los ojos. Me separo de él, buscando el móvil con la mirada. Lo encuentra primero, y sonríe al ver el familiar nombre que aparece en pantalla. -Creo que te dejaré solo.

-Hola, cariño. -respondo una vez estoy se ha ido.

- ¡Hola! Jo, Pedrito, ¡qué ganas de escucharte! -grita, provocando una risa en mi cara. Aún no soy consciente de la suerte que tengo de tenerla.

-Yo también me moría de ganas de hablar contigo, pequeña. Sé que le molesta y le gusta a partes iguales que la llame así, aunque no lo reconozca.

-Dentro de poco cumplo diecinueve años, no soy tan pequeña.

Su cumpleaños. Si ella supiera la sorpresa que tengo preparada para ese día... Ni se la imagina. Es algo que llevo más de un mes preparando. Después de la salida del single, Llegas tú inundará los oídos de quienes quieran escucharlo. Y el día de su cumpleaños. Con sorpresas que no espera y que, por suerte, han podido cuadrarse.

-Dentro de veintiocho días, cuatro horas y cincuenta y siete minutos.

-Alguien está romanticón, eh.

-Joder, Aitana, que te echo de menos.

Son más tres semanas las que llevamos sin vernos, y antes de eso tampoco es que hayamos podido pasar mucho tiempo juntos. Entre la promoción de Lo malo, con la que ha recorrido bastantes ciudades junto con Ana y su viaje a Los Ángeles, nuestro teléfono ha estado en llamas todos estos días. Los de las compañías telefónicas nos adoran desde que estamos separados, los megas bajan que da gusto.

- ¿Cuándo coges el avión? -pregunta.

-En un par de horas tengo que estar en el aeropuerto para facturar.

Mañana tenemos concierto en Málaga, y la verdad es que debería haber salido ya del estudio, pero necesitaba ver esto cerrado. Necesitaba que la canción estuviera terminada porque apenas quedan unos días para el lanzamiento.

-Y, antes de eso, ¿qué vas a hacer?
-Pues pasar por mi casa, que estoy en el estudio, ducharme y ya. Llamar a un taxi e ir al aeropuerto.

-Yo también necesito una ducha. -afirma.

-Pero, Aiti, ¿tú no deberías estar ya en el avión? He llamando antes a Alfred y salía ya para el aeropuerto.

-Es que el avión de Raoul y Alfred salía hace una hora.

- ¿Cómo que el de Raoul y Alfred? ¿El tuyo cuándo sale?

Me extraña mucho que no coja el avión con ellos, y más aún que mi amigo no me dijera nada cuando le llamé para enseñarle los últimos retoques para la sorpresa de Aitana.