El número

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-Ah...¿Por qué pateaste a Mafumafu-san?

Espero no haberme confundido de persona.

-¿Mafumafu? ¿El utaite? Yo nunca lo he pateado, de hecho nunca lo conocí en persona, creo que usted se está confundiendo de persona...-respondió extrañado.

-Oh... lo siento, mi error~.

-Sí...bueno, me voy, adiós.- se volteó nuevamente y se marchó.

Realmente me confundí de persona...

-¡Sou! ¡¿Por qué te fuiste así?!- mi madre llegó apurada.- ¡dejé los pedidos en la mesa!

-Lo siento... creí que era alguien que conocía.

-¿Y por eso tienes que correr? Uff~ tu madre ya no es la de antes, ¿Sabes?- rió ligeramente.- ven, vamos.

-Sí...

-A cerca de la persona que seguías, creí que irías tras el chico que te señalé...

-¿Qué?

-Sí, un chico con un gorro de invierno y barbijo, mira.- sacó un papel de su bolsillo, era el dibujo que le habían dado.

Ese dibujo tal vez no signifique nada, es solo un personaje pequeño que está durmiendo...

-Se parece a ti.- mencionó mi madre sonriendo.

-No, no lo creo...

-Le he dicho tu nombre a ese chico, también en dónde estabas sentando, y dijo que podía dibujarte~, y como estabas dormido, así lo dibujó...¡Tiene talento!

¡No puede dar ese tipo de información a desconocidos!

-Ah~ mamá, para ti, todos tienen talento...

-Cállate~.-sonrió.

Llegamos nuevamente a la cafetería y mi madre se sorprendió.

-¡Oh, sigues aquí!- miró al frente.

El chico seguía ahí... aún no puedo creer que haya corrido a un desconocido.

Pero, lo importante ahora es, ¿Quién es ésta persona?

-Sou, saluda~.

-Hola...- hice mis mayores esfuerzos para ver su rostro pero era imposible, ya que llevaba un barbijo, y más el gorro de invierno que no permitía ver nada...no pude.

Cada vez que intentaba ver su rostro, él movía la cabeza en otra dirección.

-Hijo, creo que lo incomodas...- dijo mi madre tocando mi espalda.

-Lo-lo siento...- me alejé.

El chico se acercó al oído de mi madre susurrándole algo y luego se marchó.
Eso fue extraño...

-¿Qué te dijo?- pregunté.

-Sólo que se iba...ven, volvamos a la mesa~.

¡Últimamente siento que todos me ocultan algo!

-Oh...-haré como que creo en lo que me acabas de decir.- mamá...¿Me permites ver el dibujo una vez más?-cambié un poco el tema.

-Puedes, toma.- estiró su mano entregándome un pequeño papel.-realmente se parece a ti.- rió.- si tanto te ha gustado, pues quedatelo.

-Ajá...- la miré molesto.

-No me mires así.-ordenó.

Le hice caso y guié mi vista hacia el papel.

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