El premio

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Nuestros labios se desprendieron dejándome una sensación de tranquilidad y calidez.

-He estado esperando esto hace ya un tiempo, Sou-kun.- sonrió y se puso de pie abriendo la puerta del ropero.-¿Vamos?- se colocó el barbijo nuevamente.

Asentí con la cabeza y salimos hacia el pasillo. En el trayecto a la habitación de Kradness ーdonde seguramente estarían todos reunidosー, me quedé reflexionando sobre lo que acababa de suceder...pero por más que intente pensarlo, reflexionarlo o hasta aceptarlo, no podía creer ese hecho.

Ahora estoy completamente seguro de que Eve y yo nos gustamos, pero entonces, ¿Qué pasaría con Isubokuro?

-¡Ah, ahí están! ¿En dónde andaban escondidos?- Mafumafu-san preguntó mientras sostenía una tira de tela, casi similar a una vincha.- ¡Los estábamos esperando para jugar al gallito ciego!

Eve y yo nos miramos al mismo tiempo, él quería jugar, yo, por mi parte, me sentía exhausto.

-Realmente estoy cansado, ¿Podría dormir?- pregunté mientras me sentaba en el suelo.

-Está bien, pero aquí no.

-¿Voy al cuarto de invitados?- pregunté señalando la puerta.

-Claro, vamos, ya que todos dormirán allí, los guiaré. Oh, claro, a excepción de Soraru, dormirá en mi habitación porque ya está aquí.

-¡No!- exclamó Luz-san poniéndose a la derecha de Kradness.- ¡Yo también dormiré aquí!

-¿Eh~? Bien, si quieres...

-Eh...yo...¿Puedo dormir aquí también?- agregó Mafumafu-san jugando con sus dedos.

-No, ya son muchos, ¿Verdad, Kradness?- dirigí mi mirada hacia él.

Perdón, Mafumafu-san, es que en realidad, no quiero quedarme sólo con Eve en la habitación...por lo de hace un momento...

-No le veo mucho problema a ésta cantidad de personas en una habitación.- agregó Eve saliendo de la habitación.

El albino hizo un puchero, que lo hacía ver sumamente tierno y luego de observar a Soraru-san por unos segundos, se fue siguiendo a Eve.

-¿Vamos, Sou?- Kradness estaba sosteniendo la perilla de la puerta. Tomó mi hombro izquierdo y caminamos hacia el pasillo que conduce a la habitación de invitados.

Luz-san se quedó en la habitación de Kradness con Soraru-san, mientras que nosotros, ya habíamos entrado en la de invitados, que por cierto, era más grande que la cocina de mi casa.

-Bien.- Kradness comenzó a caminar por el inmenso cuarto.- hay futones para cada uno, ¡Elijan!- exclamó estirando los brazos.

Los futones eran de colores distintos, estaban cada uno a una distancia notablemente lejos, como para ocupar más espacio y hacer ver más pequeña la habitación, pero aún así, no funcionaba.

Eve se quedó pensando un momento, mientras que Mafumafu-san eligió uno color salmón y yo otro color azul.

-Sou-kun~...¿Puedo acercar nuestros futones?- juntó sus manos en forma de rezo.- es que estoy acostumbrado a dormir en un futón amplio~.

-Claro, Mafumafu-san~.- siento que estoy viviendo un tipo de sueño, yo durmiendo cerca de Mafumafu-san, persona que he admirado desde que tengo memoria...

-¡Ya, Eve! ¿Aún no has decidido?- preguntó Kradness mirando al mencionado.- ¡Quiero ir a dormir~!

-Ah, lo siento...elegiré...este de aquí.- dijo señalando uno gris que chocaba con la cabeza del mío.

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