Angel de Luz [Completa]

Capítulo 11: My heart will go on

El sonido de la lluvia golpeando la ventana de la habitación, despertó lentamente a Lexa la mañana siguiente. Sus verdes ojos fueron focalizando de a poco la hermosa imágen a su lado en la cama. El hermoso rostro relajado y dormido de Clarke, con los rubios cabellos cayendo sobre su mejilla izquierda.

Lexa sintió que una enorme energía la recorría internamente, una buena. El temor era parte del pasado. Sentía como si ésa mañana se estubiera despertando a una nueva vida, llena de calidez, de luz, transmitida por ése bello Ángel dormido a su lado. Quizás era temprano para sentirte así en una relación que recién estaba comenzando. Pero sabía muy profundamente, en su alma, que Clarke era la elegida, ella era la única que había logrado derribar sus altos muros de contención, contra toda posibilidad de volver a sentir amor por alguien.

La doctora estaba perdidamente enamorada de la artista, eso era un hecho tan claro como las gotas cristalinas de lluvia que caían por la ventana allí afuera, y ella lo aceptaba con entusiasmo y alegría.

Se tentó de acariciar ese hermoso y suave rostro de su amada, para retirar esos reveldes mechones de rubio cabello. Aunque no deseaba despertarla aun, era bastante temprano, asi que con mucho cuidado salió de la cama y se dirigió al baño para acerarse. Quince minutos más tarde limpia, luciendo unas bragas y una camiseta de su equipo favorito de beisball los NY Yankies, se dirigió alegremente a la cocina a preparar un poco de café.

Lexa se sentía tan llena de vida, tan feliz, tan llena de tantas cosas que había perdido hacía cinco años atrás, que de alguna manera sentía como si estuviera viviendo un sueño más bien.

Pero de repente su corazón detubo su celebración, cuando sus ojos encontraron las fotos tan hermosas de su difunta esposa en la puerta de su heladera. Todo desapareció por un instante a su alrededor, su mente volvía a ese feliz momento con Costia, un día que habían disfrutado en la playa.

Costia amaba el océano, y siempre que podían, se iban a la mansión de verano que Lexa poseía en los Hamptons.

Ahora estaba en ésa playa que tanto amaban visitar junto a Costia. El sol brillaba sobre las azules aguas del océano bastante agitado, en una hermosa mañana de verano. Lexa estaba sentada en la arena tomando fotos de su bella esposa, quien corría y saltaba riéndose frente a ella, jugando con la espuma de las olas que besaban la costa.

- Lexie... deja esa cámara y ven aquí... el agua esta hermosa... - Gritó Costia desde la orilla, donde sus pies eran besados por la refrescante agua marina

- Aun no... me encanta sacarte fotos preciosa... - respondió Lexa riendo, y continuando con su cámara, capturando la belleza de su esposa, quien de inmediato corrió hacia ella riéndose

- Oh no doctora.... Usted va a venir conmigo al agua.... – dijo Costia lanzándose sobre el cuerpo de Lexa, comenzando a besarla y a hacerle cosquillas, mientras reía a carcajadas.