I was doing all I could to keep you close

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La tenue luz penetraba la habitación, inmaculada y emasculada acariciando cada uno de los complementos; traspasando desde el ventanal y con audacia retando las cortinas del lugar bañaba los cuerpos que se ocultaban bajo sábanas de seda. Los talle de los dos niños reposaban sobre la cama, junto uno con el otro aun en el regazo de Morfeo al cual se habían entregado sin complicaciones. Titus descansaba a sus pies, con torpeza levantó su cabeza detectando el desayuno que era preparado por el Mayordomo, sus orejas y olfato lo hicieron reacciones dando un salto de la cama y corriendo con dirección al fuerte olor detectado dejando la portezuela abierta. 

A escasas puertas el primer joven maravilla charlaba por teléfono con cierto compañero de batallas; se mantenía un poco sosegado a pesar de las noticias dadas por el otro lado del auricular. Sus pasos eran fugaces y prudentes esperando no despertar a algún otro petirrojo; una pisadas más cuando el golpe de la portilla abrirse y el gran danés salir corriendo llamó su atención, era raro que Titus no dormitara con Damián, impermutable que el animal no permaneciera al lado de su amo. — ¿Tim? — Cuestionó al ver de donde emanaba el can. — ¿Tim? — Se colocó en el marco de la puerta, sus ojos relucieron, sus labios consintieron una gran sonrisa. — Wally hablaremos después. — Colgó la llamada para poder disfrutar la imagen, el precioso retrato de sus hermanos. — Hermoso. —Murmuró al notar que ambos compartían el lecho mientras el pequeño árabe estaba atrapado entre los blanquecinos brazos del mayor en un mimo, mientras su cuerpo acurrucado en el mayor parecía contener una ligera sonrisa. No podía contener la necesidad de poder externar la felicidad que aquello le generaba, ver al fin sus hermanos siendo una familia y sin esperar más en su teléfono activó la cámara y dando una fotografía captando el momento para la posteridad, tomó un par más enviando de inmediato al patriarca con una sonrisa. 


Dick era cauteloso en cada captura, necesitaba tener la prueba del amor de hermanos, pero en su plan no estaba el complemento de la puntualidad inglesa de Damián; el reloj al marcar la hora exacta los ojos del chiquillo se abrieron notando la prisión de la cual no deseaba salir.

— Drake. — Murmuró mientras observaba de cerca la fisonomía durmiendo de su hermano, era aún más suave y elegante de cerca, recordó cuando Stef comentaba que Tim era magnífico. Sin moverse se concebía necesitado del calor emanado del otro; movió sus ojos percibiendo a Dick que parecía tomarse selfi con ellos de fondo. — ¡Grayson! — Exclamó el sobrenombre del mayor

— Dami— al escucharlo. — Buenos días

— Puedo saber qué haces. — Vociferaba alejando el cuerpo, molesto de tener que deshacer el abrazo. —¡Te mataré! — Amenazó

— Pues, veras. — Buscaba una excusa ante el suceso. 


Tim levantó su cuerpo, sentándose en la cama pretendiendo despertar, se sentía aun adormilado talló su ojo derecho observando a los dos petirrojos que parecían discutir.

— Drake. — Habló el Alghul, pero pareció desconocer.

— BabyBird. — Volvió a llamarle Dick 


— ... — Contemplaba a ambos lados; se elevó sin devolver el saludo y abandonó la habitación dejando a ambos Wayne confundidos ante su comportamiento

El tercer Robin descendió los escalones, tallando sus ojos que parecían combatir por cerrarse ante el poco descanso que generaba a la semana, Alfred y Bruce le regañaban por sus malos hábitos de sueño, pero lo asumía como un reto personal y exponer que el sueño era algo que no se necesitaba en su vida. Al llegar a la planta baja dobló el recibidor y caminando un par de habitaciones y pasillo consiguió la cocina. En ella se encontraba Jason conversando con Alfred, la relación de ambos era paternal y necesitada de la parte del forajido.

Un acercamientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora