Lagrimas Negras

8. Tocada y hundida.

"Cuando debemos hacer una elección y no la hacemos, eso ya es una elección."

William James

Mimi

Daba vueltas en mi habitación con mi móvil en la mano pensando en si debía o no enviar el mensaje que quería enviar. Estaba ya lista, vestida con unos sencillos blue jeans de tiro alto y un top blanco, Ricky vendría a recogerme a casa junto con un par de amigos más para ir al cabaret donde trabajaba Alicia, o bueno, más bien, Max. Aquella noche me apliqué más maquillaje del que normalmente solía llevar porque aunque no lo quisiese admitirlo, quería estar guapa para ella.

Suspiré y desbloquee el móvil, entré en el chat de Alicia y tipie lo primero que se me vino a la cabeza.

Que tal la noche?

Diez minutos después obtuve su respuesta.

A que te refieres?

Hmm osea, que tal lo llevas, digo el trabajo

ugh, ni siquiera yo sabía lo que quería decir.

Bien, aunque no estoy allí

Ahh, pensé que ya estarías

No... solo bailo una vez por noche y aún es pronto.

Solo una vez?

Aquello era raro, estaba segura de haber escuchado decir a Max que las chicas rotaban durante toda la noche haciendo diferente números de baile.

Si, solo una vez.

Y que haces el resto de la noche?

Después de más de cinco minutos sin obtener respuesta alguna, se me vino a la cabeza todo tipo de razones incomodas en mente, me arrepentí enseguida de haberle hecho esa pregunta.

Madre mía Alicia, perdón, no hace falta que me respondas, es que no pensé cuando lo escribí, perdón

No, mimi, no es lo que piensas de verdad

No de verdad, que yo no pienso nada te lo juro

Al decirme eso estas confirmando que piensas lo que creo que estás pensando jaja

Yo ya me he perdido en esta conversación

Jajajja ay mimi, sea lo que sea que se te haya venido a la cabeza, bórralo, solo bailo una vez en la noche porque así es mi contrato, no es igual que el de las otras chicas

Pero entonces, solo vas, bailas y ya?

Si, me voy a casa

Hoy te vas a ir a casa?

Claro

Durante todo este tiempo había querido proponerle a Alicia quedar pero siempre me echaba atrás pensando que quizás era muy pronto. Es verdad que al principio, no estaba entre mis planes el querer conocerla de aquella manera más cercana pero a medida que pasaba el tiempo los mensajes me desesperaban y sentía el apuro de comunicarme con ella de una manera más real, más física. Era ahora o nunca.

Había pensado que a lo mejor te apetecía vernos un rato, en plan, cinco minutos fuera o algo.

Ricky llegó a mi casa y junto a él y sus otros amigos partimos al lugar en cuestión, al llegar fui directamente a la barra y le pedí a Max un trago vodka, puro. Estaba ansiosa y mi móvil casi que se me resbalaba entre los dedos de mis manos.