Amor del demonio

Capitulo 11

"He comenzado a creer que el corazón dentro de mi cuerpo ignora totalmente a las ideas de mi cerebro.

Ya perdí la cuenta de cuantas veces, en medio de la noche, despierto y te admiro de forma inconsciente.

Me gusta sentir tus brazos fijos en mi cintura, tu respiración tranquila sobre mi cabeza y el latido de tu corazón en sincronía con el mio.

Me gusta tu tacto.

Me gusta tu voz.

Me gusta tenerte junto a mi.

¿Como pude vivir sin ti todo este tiempo?"

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Dos noches habían pasado ya.

Dos largas y gratificantes noches en las que, no sabia si era su imaginación, el cuerpo del demonio se había vuelto mas cálido al igual que sus ojos.

Tratando de no despertar al pelirrojo,giro para quedar frente a el, recientemente había descubierto cuanto disfrutaba de observar a Karma mientras dormía.

Tenia un gesto tranquilo, no como el pícaramente soberbio que tenia durante el día. Hundió su rostro contra el pecho del mas alto e inhaló su olor, un tenue olor a fresa que aun no extendía como podía ser que fuera tan varonil en el pelirrojo... ¡Olía a fresa! ¡Eso seria horrible para cualquier hombre! Aunque, claro, era Karma Akabene de quien estaba hablando.

Sintió como el agarre en su cintura se tenso un momento y, alarmado por mas de una razón, subió su vista para saber si el de ojos cobrizos se había despertado.

Para alivio de su corazón y su cordura, este seguí dormido.

Siguió en su estudio de Karma.

Su cuello era largo y marcado.

Perfecto para abrazar y morder

Su pecho era amplio y firme al igual que su abdomen, perfectamente esculpido.

Un lugar que  sin duda gritaba por ser tocado.

-(Quizás el Karma humano era fanático del deporte...) - pensó colocando sus manos a la altura del pecho contrario para después quitarlas alarmado antes de que sus manos tocaran lo que no debían. Le ardían por la tentación de tocar el cuerpo ajeno, hormigueaban por delinear cada milímetro de piel, parecían mandarse solas - (Eso no es correcto! Debo controlarme un poco...) - se regaño mentalmente tratando de borrar los "pensamientos inapropiados" de su mente, y casi lo logro hasta que sintió nuevamente los brazos del mas alto tensarse y apretarlo mas contra su cuerpo, haciendo que ciertas zonas delicadas se rozarán levemente.

-nhg...-  Nagisa mordió si labio inferior con fuerza al tratar de callar el obsceno gemido que se había atravesado en su garganta.

-Nagisa...- susurraron los labios del mas alto. Su voz áspera pero perezosa, aunado a su aliento cálido que paso acariciando sus cabellos igual que sus manos - Nagisa... Quiero... Quiero pro...

-Karma? - llamo Nagisa en voz baja, quizás el maldito demonio estaba despierto y solo jugaba con el.

Agudizo sus sentidos.

Con  facilidad podría leer sus signos vitales para saber si estaba fingiendo o no, después de todo, aunque el fuera un demonio, ese cuerpo seguía siendo humano y respondía de la misma forma.