Capitulo 15

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"¿Que es real?
¿Que es mentira?

Lo que creí que hacían, lo que realmente eran...

Creí en mentiras que me parecían reales, creí en sus palabras.

Creí en ustedes de la misma manera en la que creía en ese dios...

Creí...

Y aun lo hago...

Y seguiré sus pasos para alcanzarlos en el infierno, donde seguramente, felices seremos..."

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-"En este mundo, mi pequeño cielo, hay cosas de las que no me gustaría que te enteraras - decía un hombre mientras arropaba al pequeño peliazul que lo veía intrigado - hay cosas, entes, personas e incluso momentos que deben desaparecer para que la vida se mantenga en equilibrio".

-"Que es equilibrio, papi?" - pregunto el infante abrazando con fuerza al osito de felpa que estaba a su lado.

-"Hmmm... Digamos que el punto medio donde lo bueno y lo malo se encuentran"

-"Lo bueno y lo malo?"

-"Si, un punto en la balanza donde Dios y el demonio pueden verse las caras"- concreto el hombre esperando que ese fuera un mejor ejemplo que el anterior.

-"oh... Entiendo..."- dijo el pequeño con seriedad.

-"De verdad?"

-"No..."- admitió el niño con una sonrisa enorme en la cara -"Pero quería verme inteligente".

-"Mi pequeño Nagisa... Tu eres muy inteligente, no es necesario que pretendas saberlo todo" - le dijo el mayor con ternura -"Es mas inteligente y admirable quien tiene dudas y busca respuestas, que aquel que finge tener la respuesta de todo sin responder sus propias preguntas".

-"Wow... Eres increíble papi!"- dijo con asombro el pequeño peliazul, maravillado por las palabras de su padre.

El hombre negó con una cálida sonrisa en el rostro, revolvio los azules cabellos de su hijo y planto un beso en su frente.

-"No, mi pequeño y dulce Nagisa, no soy increíble... A decir verdad, soy todo menos eso...- contradijo mostrando en sus ojos culpa y remordimiento - tu, por el contrario, si lo eres y el mismo dios lo sabe, por eso estas aqui."

-"¿Dios?

-"Si... El... No es necesario que lo entiendas ahora, estoy seguro que cuando llegue el momento, comprenderás todo lo que te rodea"- aseguro el mayor terminando de arropar a su hijo para posteriormente salir de la habitación, pero fue detenido por la diminuta mano que sujetaba un costado de su camisa.

-"¿Te duelen?"- pregunto curioso el infante.

-"¿Que cosa?"

-"Los rasguños en tu rostro... Se ven dolorosos..."

-"Son gajes del oficio, Nagisa, tu debes esforzarte mucho en la escuela para que no tengas un trabajo como el de papá, ¿ok? Tu debes ser mejor que papá".

Amor del demonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora