Sakura y Naruto se odian por el simple hecho de que son polos opuestos. Al salir juntos de clase se encuentran con un niño en medio de la calle, solo, cansado. Ambos deciden llevarlo a la casa de Naruto y cuando despierta, los empieza a llamar "Mamá...
Todos se fueron al jardín donde se celebraría la boda, Hinata había planeado todo a la perfección.
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Naruto y Sakura caminaban con la mano entrelazada. Todos aplaudieron al verlos llegar al jardín. Se sentaron en la mesa principal.
La fiesta había tomado bien ambiente hasta que les tocó hacer su primer baile como esposos.
Todos iluminaron la pista con luces, pusieron la canción. Entrelazan una mano, Naruto puso la otra mano en la cintura de Sakura mientras que ella lo puso en hombro.
—Jamás pensé casarme contigo—habló Sakura, lo volteo a ver a los ojos—Pero no me arrepiento.
—Yo tampoco pensé casarme contigo—sonrió al igual que ella—Ahora soy tu esposo y habrá unas reglas.
—¿Así? ¿Cuáles?
—Cuando vayamos de Luna de miel te quitaré ese vestido—dijo—Y no dejaré que un hombre te vea.
—Que sobre protector—sonrió.
—Es porque quiero a mi esposa—Sakura se sorprendió al ver cómo Naruto le robaba un beso. Correspondió.
Todos volvieron a aplaudir, al ver a la nueva pareja feliz.
<<Gracias Hinata>>pensaron ambos.
Después de unas horas era hora de que los novios se fueran de viaje.
—Es hora de que se vayan a su luna de miel—les dijo Hinata—Sus maletas están ya en él auto.
—¿A donde iremos?—preguntó Sakura.
—A Paris—sonrió.
—¿Enserio? Hinata no te hubieras molestado.
—No es una molestia, considérenlo como mi regalo de bodas.
Ambos fueron con Sasori antes de irse.
—Cuida de Minato por unos días—pidió Sakura.
—No habrá problema—sacó un papel y se los dio a ellos.
—¿Qué es esto?—preguntó el rubio.
—Son los papeles en los que les cedo la custodia total de Minato—hizo una ligera sonrisa.
