Había una vez dos hermosas criaturas de luz y oscuridad, un pegaso blanco bueno y justiciero y un cisne negro cruel y despiadado, los dos eran los guardianes de la balanza entre el bien y el mal; eran totalmente opuestos, los dos peleaban por tener...
Capitulo 2: Un historia feliz. El pasado del pegaso blanco, el caballero inmortal
"El es el mas fuerte entre nosotros, resguarda la seguridad de toda la humanidad y de sus seres queridos. El vive para pelear y pelear para vivir, ese es un ciclo del que el no puede escapar" esaspalabras eran las perfectas para describir a cierto caballero de Atenea.
Koga, el hijo adoptivo de Saori/Atenea, el santo de pegaso es un chico joven de ojos cafés claro, su piel es blanco profundo y su color de cabello es rojo vino. Él tiene un fuerte espíritu rebelde, sumado además a un corazón puro y honesto. Cuando está con sus compañeros caballeros, su poder despierta ante los enemigos de una manera sumamente considerada. Si alguno de sus amigos lo necesita, él enciende su cosmos hasta el limite y mas. A veces puede parecer cabeza dura, pero es un buen chico, dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias en pos de sus seres queridos.
Sus amigos y su madre adoptiva son las personas que mas quería sobre todo en esta vida, el sacrificaría todo por salvarlos, pero no implica que el "Asesino de Dioses" ha tenido sus rivales y enemistades, mas el sabe como balancearlo correctamente para no convertir su vida en un caos total.
Cualquiera diría que Koga tiene una vida perfecta, pero solo eso era la superficie.
Un niño de no menos de cinco años jugaba por el patio de su hogar, la arena se enredaba entre los dedos de sus pequeñas manos, su risa encajaba con el chocar de las olas del mar contra la costa de esa isla. El pequeño pelirojo se divertía mientras era vigilado por una hermosa mujer de cabellos lilas y ojos esmeraldas.
Saori, la reencarnación de la gran diosa Atenea, mantenía al pequeño bajo su vista mientras este jugaba en la costa de la isla donde se escondían; a pesar de tener a sus mas fieles aliados y amigos cerca, se sentía sola cuando estaba cerca o estaba presente Koga, el niño que ella decidió criar, algo en ella le oprimía al pensar que ella tendría formar al crío en un santo ejemplar.
Saori: Koga.......
???: pasa algo, joven Atenea?
Saori: sabes que no tienes que llamarme de esa manera, Shaina
La amazona de Ofiuco miraba a la joven mujer bajo su mascara de metal; se sentía mal al verla así de triste y preocupada.
Shaina: jo.....Saori, no te preocupes por el pequeño Koga, ya veras que el podrá ser un gran santo a su servicio
Saori: no es eso, Shaina
Shaina: entonces que es?
Saori: es que es raro criar a un niño en soledad, te tengo a ti y a Tatsumi para que me ayuden, pero me siento sola con tan solo pensarlo *la mira con tristeza* ahora sin Seiya en mi ayuda, es duro afrontar tal responsabilidad y mas con esconderle mi identidad como la diosa Atenea
Shaina: no se como ayudarte con eso, pero te puedo decir que no debes sentirte mal, todos estamos para ayudarla y protegerla, no solo a usted también a Koga *apoya su mano en el hombro de Saori* Saori, no te preocupes, tu podrás afrontar estos problemas si confías
Saori:....
Shaina: ya veras que esta sensación pasara y no tendras que preocuparte de estar sola en la crianza de él
Saori: si
La risa del bebé acercandose a las dos mujeres saco una leve sonrisa a la diosa, quien se agacho y extendió sus manos.
Saori: ven, Koga, ven
Koga llega donde Saori y logra abrazarla con una sonrisa llena de felicidad; mientras que la mujer solo pensaba en como sería su vida sin el pequeño, una monotonía gobernaría sus días mas brillantes sin el y la soledad si la dominaría con la tristeza y locura.
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La suerte del pegaso es inmesa, lo tiene todo y tendra mas. Es leal, justo y bueno, nadie puede juzgarlo y nadie duda de sus palabras; el guerrero que cuida de luz de la esperanza y protege a la humanidad es alguien que lucha por la justicia de todos y no discrimina en la guerra......pero que secretos puede esconder bajo su fachada de perfección.
