To The Moon And Back

▶Capítulo 25◀

{PDV Lauren}

Las lágrimas quemaban mi piel, mis manos temblaban, mi voz no salía por mucho que intentase hablar. Jamás pensé que Camila llegará algún día a decirme estas palabras. Que llegará a odiarme de tal manera que nunca más podría amarme como lo hacía. ¿Como pude ser tan estúpida y dejarla escapar? Nadie, jamás, me amaría como lo hizo ella. Y, joder, jamás podré amar a nadie con la misma intensidad.

Ella siguió caminando hasta el coche, sin decir nada. En silencio, y que jodido silencio. Estaba cansada de aguantarme las penas, de ahogarme en mis errores y ver como cada vez que intentaba arreglarlo me hundía un poco más. La agarré del brazo suavemente antes de hacerla voltear, y mirarme.

—¿Y los sueños que teníamos juntas?¿Las noches? ¿La vida que teníamos por delante? Joder, Camila, sin ti me pierdo. —Dije sin aguantar las lágrimas.

No pretendía darle pena a nadie, lo último que necesitaba era la pena de la gente. Pero era incapaz de aguantarme, a penas y pude sacar aquellas palabras sin ahogarme en mis propias lágrimas.

—Sé que te descuide, sé que tengo mil fallos, pero Camila.. Nunca me enamoré de nadie. Hasta que llegaste tú. Y sé que soy incapaz de volver a enamorarme.

—Lauren.. —Susurró, no sé si le daba pena, sentía algo, o simplemente me diría algúna barbaridad.

—Déjame volver a enamorarte, dame una segunda oportunidad Camila. Juro delante de diós que esta vez.. Juro que.. —Los sollozos me impedían seguir hablando.

—No llores. —Susurró. Y lo dijo con dulzura.

Era la primera vez desde que pasó aquello que hablaba con la misma dulzura de antes, con la misma tranquilidad, con el mismo amor que ponía en cada una de sus palabras al hablar con las personas. Eran esos detalles que la hacían tan perfecta a los ojos de los demás.

—N-.. No puedo dejar de hacerlo.

—Lo siento. —Murmuró, y la miré confusa. —Siento haberte tratado como lo he estado haciendo. No fue tu culpa, la psicóloga dice que es normal culpar a su pareja. Y, Lauren, no te odio. Jamás pude hacerlo.

No entendía nada, minutos antes decía de tomar caminos distintos. Me hizo entender por días que me odiaba, que jamás podría recuperarla, y ahora.. Ahora estaba más confusa que nunca.

—Fue culpa mía. Querías hablar, y yo me fui. Podrían haberos matado a los dos y yo..

—Cometiste errores, no lo discuto.

—¿Enserio quieres ser feliz con otra persona?

—Quiero que tu lo seas.

—¿Yo? —Mentira, ahora estaba mucho más confusa.

—Lauren, hay miles de víctimas de agresión sexual que son incapaces de volver a dejarse querer. No quiero que estés toda tu vida esperando por algo que no sé si seré capaz de darte.

—Estás herida, Camila. Es normal.. Necesitas tiempo, y yo esperaré.

—¿Cuánto tiempo esperarás hasta que te canses de dar sin recibir?

—No me cansaré. —Dije muy segura, secando las lágrimas que quemaban mis mejillas.

—Lauren.. No, no sé.

—No me pidas ser feliz con otra, no me pidas olvidarte, no te cierres. El resto, porfavor, déjamelo a mi.
—Supliqué con la mirada, y sus ojos chocolates en los que siempre me había fundido, brillaron.

Entonces desvío la mirada, soltó mi agarré y se dió la vuelta para subir al coche, dejándome en el mismo sitio. Con el mismo sufrimiento.

—Lo siento. —Repitió, y el silencio se acomodó de nuevo entre nosotras.