Tres años han pasado y Lauren pasa sus días en una habitación de hospital.
¿Por qué?
Muchas cosas han cambiado, su vida ha cambiado, la de sus amigos también.
¿Que ocurrirá cuando Camila abra los ojos de nuevo? ¿Que pasaría si no los abriera nunc...
Terminé de prepararlo todo con la ayuda de mis suegros, ellos llegaron antes que los demás, tenían un hotel reservado para hoy y mañana, para variar Christopher no vino, creo que llevaba años sin verlo. Ally también llegó pronto con su esposo y los niños, se quedarían en nuestra casa y mañana temprano volverían al pueblo para poder abrir el bar.
—Voy a ver si Ian, a podido vestirse. —Dije sonriente mientras Clara terminaba de poner los aperitivos.
Subí al segundo piso y ví como mi hijo se debatía con el pantalón. Reí antes de arrodillarme y ayudarlo a vestirse, lo tenía casí todo bien puesto, casi. Estaba muy nervioso por su cumpleaños, que en realidad era el lunes, pero celebrábamos hoy viernes.
—¿Mamá te ha llamado? —Preguntó y me negué. —¿Vendrá si?
—Claro, como iba a perderse tu cumpleaños, amor. —Dije sonriente.
Esperaba que no lo fuera a perder, solo pedía eso. La noche anterior no entró a casa, y me preocupe pero Alex me llamó diciendo que estaba con Lucy, su socia así que quedé algo más tranquila.
—Oh, mi niño precioso. —Habló Clara antes de abrazar mi pequeño. —¿Como eres tan lindo?
—Pues porque es mi cumple, abuelita.
—Claro, se le subió lo guapo. —Río Ally.
—¡Dylan! —Grité al ver mi sobrinillo ya vestido de gala. —Que mayor.
—Tengo tres. —Sonrió, y asentí antes de besar su mejilla.
—Ian, ponte bien que te haga una linda foto. —Dijo Ally enseguida.
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—¿Acaso ya has visto un niño de cinco años más lindo? —Sonrió y me negué divertida por su comentario. —Ay, aún lo recuerdo con días de vida.. Como pasa el tiempo.
—Y que lo digas. —Suspiré.
—Oye, ¿y mi hija? —Preguntó Mike.
—Estará al llegar. —Contesté enseguida.
Los invitados siguieron llegando, unos tras otros y no había rastro de Lauren. La llamaron varias veces, pero a ninguna llamada contestó. Esperé tanto como pude antes de sacar la tarta, pero cuando ya no pude esperar más por Lauren, decidí sacarla aunque no estuviera presente. Después de todo ella nunca estaba presente.
—..¡Cumpleaños feliz! —Terminamos de cantar todos juntos, e Ian sopló las velas contento.
—¿Hiciste un deseo?
—Que mamá éste aqui. —Dijo enseguida, y fui incapaz de aguantar las lágrimas.
Sali corriendo hacia el salón, no podía aguantar más las lágrimas. Escuché los pasos de Dinah hasta mi, me abrazó en silencio y dejó que me desahogara.
