▶Capítulo 24◀

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{PDV Camila}

Por primera vez en una semana había conseguido dormir gran parte de la noche, sin tener ningún tipo de pesadilla. Cuando desperté, ví que Lauren seguía en el suelo, tenía lágrimas secas en el rostro, se veía tranquila mientras dormía. Tal vez tuviera que sentirme agradecida por haber dormido en el suelo toda la noche porque se lo pedi, agradecida porque dejara de trabajar para cuidarme, agradecida porque ahora me cuidará. Pero era incapaz de pensar en ella sin odiarla.

Me odiaba por hacerlo. Jamás la había odiado, y Lauren siempre me había hecho daño queriendo y sin quererlo. Odiaba culparla, porque en el fondo.. ¿Realmente era su culpa? No sé si sería capaz de amarla de nuevo, pero sin duda quería dejar de odiarla con esa intensidad. La gente no cambia. Pero ella estaba cambiando, tarde cierto.. Pero al menos lo hacía.

Me levanté de la cama despacio para no despertarla y me alisté, me duche y vestí rapidamente. Recogí mi pelo en un moño, y no me puse maquillaje. Tenía una sesión con la psicóloga en la mañana, y Lauren tenía que llevar a Ian al kinder, tal vez está tarde estuviera lista para verlo. También me odiaba por esto. ¿Porque estaba castigando mi hijo de esta manera? Él estaba sufriendo igual que yo. Solo quería abrazarme. Anoche escuché su fina voz a través de la puerta deseandome unas buenas noches, y soplarme un "te quiero mucho, mucho." Tal vez por eso pude dormir esta noche. Era su madre, tenía que cumplir con mi deber. Y si tenía que fingir por él, lo haría.

No quería ser una víctima más tiempo.

Me arrodille ante Lauren, y la miré por unos minutos. Era linda, siempre lo fue. ¿Porque dejaste de cuidar tu familia? Suspiré antes de moverla delicadamente.

—Lauren. —Murmure, y ella abrió los ojos casi al instante, medio asustada.

—¿Que ocurre?

—Llegarás tarde al kinder. —Dije, y ella asintió. —Puedo.. Hacer el desayuno mientras lo preparas.

—Oh, pues.. Eso estaría bien. —Dijo con una fina sonrisa.

Ambas salimos de la habitación, ella fue a prepararse antes de despertar a Ian, y yo bajé a la cocina. Rutina. Tenía que seguir con mi rutina, recuperar mi vida. Cogí tres bols mientras hacía el café, los llené de cereales y añadí leche. Serví dos cafés, e hice un zumo de naranja natural para Ian. Dejé todo preparado sobre la isla de la cocina, y me senté, esperé unos diez minutos hasta que ambos bajaron. Ian se acercó lentamente a mi, muy despacio.

—Buenos días. —Murmuró, y formé una fina sonrisa sobre mis labios.

—Buenos días, bebé. —Contesté y una gran sonrisa se dibujó sobre los suyos.

Se sentó a mi lado y empezó a desayunar, en silencio. Lauren lo miraba, y después me miraba a mi. Creó que intentaba decirme que empezará una conversación. O tal vez no, pero eso hice.

—Tu mamá me dijo que no quisiste aprender a usar la bicicleta que te regaló el abuelo Mike.

—No me apetece.

—Mh.. A mi tampoco me apetece mucho salir. —Contesté y él asintió.
—Tal vez.. Podemos ver una película está tarde.

—Vale. —Dijo bastante serio.

—Bueno, vamos, o llegaremos tarde. —Habló Lauren. —¿Vienes? —Me preguntó y asentí.

Cogí unas gafas de sol y una chaqueta de pelo, Lauren abrió la puerta e Ian salió corriendo hasta el coche, Lauren lo abrió de lejos con la llave y el pequeño entro casí enseguida. Por unos segundos pensé que sería incapaz de salir de la casa. Pero entonces noté que Lauren me esperaba, e Ian me miraba desde el coche. Inspiré profundamente y salí de la casa, casi corriendo entré en el coche.

To The Moon And BackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora