▶Capítulo 13◀

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No veían el público, tampoco la pista de baile, y mucho menos habían planeado sus pasos. Se habían dejado llevar por la melodía, llevándolas al jardín de la mansión, años antes, bajo la lluvia y descalzas. Entregándose la una a la otra de la única otra manera más pasional que haciendo el amor, bailando. O al menos esa había sido siempre la manera que tenía Camila de entregarse en cuerpo y alma a Lauren.

Tal vez fuera demasiado tarde para recuperarla. Tal vez Camila había perdido a Lauren para siempre. Si, tal vez fuera demasiado tarde, pero entonces está historia no tendría sentido, ¿no?

Ambas tenían la mirada pérdida en la de la otra. Hasta que todos los presentes aplaudieron, entonces cortaron su conexión visual y sonrieron a su público.

—¡Mamá! —Gritó Ian bajando de los brazos de su tia Normani, y corriendo hacía Camila. —Mami tenía razón, estabas volando.

Camila sonrió, por la inocencia y bondad de su hijo que la hacía sentirse tan orgullosa de él, y también por el simple hecho de pensar que Lauren la describió como un ángel.

—Sois tan hermosas juntas, que quiero llorar. —Habló Normani. —Es decir, juntas bailando. —Se corrigió rápido al ver la cara de Lauren.

Lauren era una mujer considerada rompecorazones, hermosa por su belleza, y culta por su mente. Alguna que otras veces prepotente, pero siempre muy humilde. Era una mezcla de todo, que la hacían ser ella. Y bajo todas esas máscaras había una chica locamente enamorada de otra. Una madre dedicada a su hijo y una amiga fiel.

¿Pero a caso se había cansado de esperar por Camila?

¿La seguía queriendo? No.
La seguía amando.
¿Algún día dejaría de hacerlo? No.
¿Era bueno para ella? Tampoco.

Tal vez esa fuera la barrera que le impedía estar con Camila. Tal vez se había cansado de esperar, de ser su almohada de lágrimas. De pensar antes en su felicidad que en la suya. Pero era incapaz de comportarse de otra manera con Camila.

—Dios, tienes que tener un dolor de cabeza inmenso. —Soltó Normani, mientras Lauren suspiró asintiendo antes de tomarse un trago más de su café.

—Pues imagínate. Dos años esperándola, para que vuelva y me rompa el corazón una enésima vez.. Y ahora.. Pff.

—¿Y ahora?

—Pues no sé lo que ella quiere.

—¿Y por que no le preguntas?
—Lauren rodó los ojos, y Normani siguio hablando. —Todo el mundo sabe que Camila está loca por ti. Todos, menos tu y probablemente ella.

—Mani, la besé. La besé y cuando llegó Chris se quedo hablando con él.

—Si, y según lo que me has contado lo echó fuera de casa está mañana.

—No sé.. Me merezco ser feliz yo también.

—No lo discuto. Pero dudo que puedas realmente ser feliz con otra.

—¿Enserio Mani? Hay millones de persona en el planeta y crees que solo tenemos una persona especial..

—No lo sé. Pero sé que lo que tenéis vosotras nunca lo encontraras en otra.
—Suspiró.

Ambas se voltearon, la cafetería de la academia daba a una inmensa cristalera desde donde veían Camila hablar con los alumnos, y con Ian en brazo quien no la soltaba refiriendose a ella como SU mamá, el pequeño estaba tan orgulloso que destacaba el hecho que él era su hijo.

—Y como la miras.. ¿Podrías mirar a otra de la misma manera?

—No lo sé. —Suspiró Lauren.

To The Moon And BackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora