The sound of your heart ;; Toruka [TERMINADA]

Chapter five ;;

Chapter five –Just love.

Taka's P.O.V.

Alguien debería de maldecir al maldito de Toru. Maldito. Maldito. Maldito. ¿Cómo se le ocurre felicitarme por mi cumpleaños y hacerme sentir eso, eso que se llama amor para después largarse a quien sabe dónde para ver a la tipa esa? ¡Y no contestar mis mensajes! ¿Por qué en el mundo...?

En vez de descansar este periodo vacacional me la pasé con la angustia a flor de piel por no saber nada de él. Lo odiaba mucho. Odiaba que me hiciera sentir así, no me lo merezco. Porque para una persona como yo, las relaciones sociales son lo peor que tener que saltar por encima de un precipicio para llegar al otro lado de la montaña; en mi caso preferiría dar la vuelta y nunca hacerlo, quedarme con las ganas y la curiosidad de saber lo que hay tras mis espaldas. Así que el simpe hecho de tener un amigo como Toru tomando en cuenta mis sentimientos... Era un gran logro para mí.

Si algo me ponía de buen ánimo era el término de las vacaciones ―antes me hubiera molestado―, lo cual significaba que mañana estaría esperando a Toru en la estación del metro para irnos juntos.

—¿Y tú por qué andas tan emocionado de regresar a casa? —cuestionó Tomoya mientras salíamos de la última clase.

—Porque en cuanto más rápido llegue a la estación más rápido lo podré ver.

Me despedí de él y salí corriendo hacia dicho lugar.

¡Sí! Era de los primeros en la fila, seguramente Toru se alegraría de ello.

El lugar se atiborró de alumnos a la par que el tiempo transcurría, no obstante, Toru no aparecía. Comencé a ver la cara de las personas que se hallaban detrás mío hasta que milagrosamente me topé con un chico que llevaba las manos en los bolsillos y mantenía la cabeza gacha. A pesar de no ser una pose típica de él, lo reconocí de inmediato.

—¡Toru-san! —grité para atraer su atención. Levantó la cabeza y nuestras miradas se encontraron. Yo sonreí pero él... él desvió los ojos y me ignoró yéndose al final de la línea.

Toda mi alegría se rompió en pedazos haciendo un ruido estruendoso dentro de mi cavidad. Comencé a sentirme mareado, como si no pudiera respirar, el tiempo se volvió loco y decidió girar a mí alrededor. Los instantes, iniciando con mi pie sobre el primer escalón del camión hasta mi nuca sintiendo la suavidad de mi cama, sucedieron en acciones imperceptibles, no pensaba en otra cosa que no fuera esa mirada... opaca y lacrimosa.

Toru no sólo comenzó a evitarme en la escuela sino también en el club deportivo. Cuando iba a buscarlo ya no estaba o se escabullía sin que me diera cuenta. ¿Acaso había hecho algo mal? Tal vez ya me odiaba. Tal vez se llevó muy bien con la tipa y descubrió que estar conmigo era un desperdicio de tiempo.

Maldición, me sentía traicionado, y sobretodo, herido. Mis esperanzas e ilusiones de estar con él fueron aplastadas tal cual bicho con sus propias manos. Lo sabía, sabía perfectamente el riesgo de relacionarme con la gente, el peligro de hacer amigos... al final te abandonan y ni siquiera se toman la molestia de mencionar la razón. Pero, ¡maldición! Toru... ¡él se suponía que no era como los demás! ¡Él era especial! Es especial... porque me gusta, porque me enamoré de él.