The sound of your heart ;; Toruka [TERMINADA]

Chapter eleven ;;

Chapter eleven – Our right.

Toru's P.O.V.

Sus ojos me hicieron alusión al dolor que experimenta un inocente animal cuando es capturado y distanciado de su hogar. Deseé con todas mis fuerzas abrazarlo en ese mismo instante y recuperar las horas perdidas, empero, fui un cobarde y tomé la mano de Ayaka mi intento de "pareja". Hasta pensarlo me era absurdo. ¿Novia, yo? Aunque era eso o nunca volver a verlo.

—¡Por favor, Toru! ¡Hijo mío, esto no tiene que ser así! ¡Estás enfermo y debes curarte! ¡Conozco a un especialista que nos puede ayudar! ¡Por favor, vuelve a ser mi hijo!

Por un momento sentí compasión por mi madre. Ella no tenía la culpa de todo este embrollo donde me fui a meter yo solito. Tan pronto como estuve saliendo con Taka, me advirtieron sobre continuar con esa "relación sin sentido". Me tomaron como alguien que estaba experimentando y lo dejaron pasar, así que opté por llevarles la corriente y no hablé más del asunto.

—Mamá, es que yo no estoy enfermo —traté de explicarle la situación—. Así soy yo, al menos sólo con él. Sólo me gusta él.

—¡Ese mocoso ya te lavó el cerebro! ¡Toru, hijo, tú no eres de esos... de esos gays! Eres alguien de bien, eres mi hijo... ¡Aún estamos a tiempo de remediarte!

—¡Entiende, madre! —herví a fuego alto—. Yo... ¡Yo lo amo!

Fui víctima de un golpe en el ojo suministrado por mi propio padre. No tardé en sentir un dolor intenso y amargo que formaba acúmulos de odio hacia él. Lo miré como él me miraba a mí: dimanando furia y aberración.

—No empieces a llorar como el marica que eres, Toru, —me ladró en la cara—. Pon atención porque no lo repetiré, ¿escuchaste? Es lo único que puedes hacer bien en tu fracasada vida. Tienes dos opciones para resolver este maldito problema. Mudarnos de ciudad y olvidarnos de que alguna vez esto sucedió, te olvidarás de ese puto.

—Taka, su nombre es Takahiro —le corregí rechinando los dientes.

—Me vale una reverenda mierda cómo se llame. O bien, puedes complacer a tu madre e ir con ese doctor para que te "cures", ¿qué te parece? —sonrió.

Cómo me proyecté escupiéndole justo a la cara, pero en su lugar, hice una cosa que nunca había hecho: pensar a futuro. Bien podría rechazar las alternativas que me daba y luchar por el amor entre Taka y yo; los dos contra el universo, como dos caballeros unidos por un mismo sentimiento. ¿Pero qué saldría de toda esa lucha? ¿Algo bueno? ¿Llegaríamos a ganar acaso? La verdad es que no estaba seguro y tenía miedo de lo que podría pasarnos, así que le propuse una tercera opción.

—Me olvidaré de Taka, pero nos quedamos aquí. Hasta podría conseguirme una novia, muchas quieren estar conmigo.

—Veo que aún te queda algo de cerebro —dijo dando por terminada la conversación.

En ese momento no carburé que la decisión había sido bastante egoísta. Únicamente hablé pensado en mí y no en el daño que le causaría a Taka. Fui cegado por mis emociones necias de separarme de él.