Quisimos estar juntas... A pesar de que nadie lo entendía...
Un accidente, cambia mi vida para siempre...
Pero tú, no me dejaste sola, me recibiste...
Para luego darme cuenta, de que para ti yo era...
Los personajes están en su versión contraria.
O...
Iba de un lado a otro llevando café, comida y bebidas a los clientes. De vez en cuando, estos le dejaban alguna propina, cosa que ella agradecía.
Llevaba mucho ya trabajando en ese lugar. El jefe estaba orgulloso de su nueva empleada, por lo que esperaba mucho más de ella con el tiempo.
Reaper no se quejaba en adsoluto de su trabajo, la paga era muy buena y los clientes la trataban bien. Nunca se había sentido tan útil en su vida, por lo que eso la mantenía con una leve sonrisa que derritiria a cualquiera que la mirase.
Asta ahora, no había hecho mucho contacto con su familia, solo era habeces que su madre la llamada para preguntarle sobre cómo le iba en la universidad y si se había hecho algun novio.
Obviamente, Reaper ignoraba la última pregunta y respondía con un simple "bien" en la primera.
No quería saber nada del amor por un largo tiempo. Quería concentrarse en los estudios y el trabajo. Quería una vida tranquila y sin problemas.
Por lo que, ella pensaba que al terminar el primer mes de estudios, mudarse completamente con Science o buscarse un apartamento donde vivir para continuar así.
Pero sabía muy bien que, aunque intentará irse de casa, iba a depender siempre del dinero de sus padres debido a que la universidad era cara.
Movió su cabeza repetidas veces para alejar esos pensamientos. Desidio seguir con el trabajo.
El café, ya casi en la noche, comenzó a vaciarse dejando muy pocos clientes en las mesas.
Reaper estaba limpiando unos vasos asta que escucho la campanita de la puerta.
Se giró y vio a una chica de pelo blanco entrar al café. Esta miró a ambos lados y se sentó en una de las mesas más alejadas.
Su mirada estaba algo decaída, miraba abajo mirando la mesa como si fuera lo único que captará su atención.
Reaper se acercó a preguntarle sobre el menú. Noto que la albina tenía un parche en el ojo derecho.
Pero exceptuando eso, y viendo los físicos y facciones de la cara. Más su ojo bueno, que tenía una linda combinación de colores, rojo y azul. Su pelo estaba suelto, usaba una sudadera blanca y unos jeans. Y tenis deportivos de color negro.
Para verse tan joven, era bastante alta, tenía un buen cuerpo y si no fuera por el parche, parecería una modelo salida de la tele.
A opinión de Reaper, era una chica hermosa y atractiva. Su tristeza le daba curiosidad. Por lo que desidio actuar natural para entrar en confianza con ella.
Reaper: señorita... ¿Le susede algo?
La joven miró a la camarera y se disculpó inmediatamente.
???: Oh, si me siento bien... Solo estaba pensando en cosas de la vida, eso es todo... *tomando el menú*
Reaper: bueno ¿Que le sirvo?
???: Mmm... Un café estaría bien por ahora... *la mira algo sonrojada*
Reaper: enseguida.
Reaper se fue dándose cuenta que la albina se había quedado mirándola. Le parecía haberla visto antes en algún lugar. Pero desidio no darle tantas vueltas al asunto.
Un rato después, la pelinegra regreso con una bandeja que traía una taza de café. Colocó la taza con cuidado en la mesa, mientras que albina se le quedaba mirando con un leve sonrojo.
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???: P-Puedo saber... ¿Tu nombre si no es mucha molestia?
La pelinegra sonrió.
Reaper: me llamo Reaper *se sienta a su lado* ¿Y el tuyo?
???: ... Geno... Mi nombre es Geno... *sonríe*
Reaper: es un gusto conocerte, Geno *sonríe*
Geno: igualmente.
........................
Pasados unos días desde aquel encuentro. Geno comenzó a visitar mucho más seguido aquel café. Solo para ver y hablar con Reaper, cuando está tenía su hora de descanso. Las dos se habían hecho muy buenas amigas, a pesar de haberse conocido en poco tiempo.
Asta ahora, ninguna de las dos se había dado cuenta de que estudiaban juntas en la misma clase y en la misma universidad.
Geno no la reconocía debido a que Reaper siempre andaba con su sudadera negra de capucha. Y siempre estaba con la cabeza baja ignorando a todos, a excepción de sus amigas, y casi nunca hablaba. Por lo que Geno le resultaba un poco inrreconosible compararla con la Reaper que normalmente veía en el café.
En cambio, Reaper. Todavía no se había dado cuenta, de que la chica con la que a estado hablando por más de una semana, estaba en la misma universidad que ella. Mejor dicho, no se había dado cuenta de la llegada de los nuevos estudiantes todavía.
