iv

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Cuatro días después, Stella estaba frente al espejo de su habitación, nerviosa. Estiraba los bordes de su camisa dos veces por minuto y frotaba sus manos contra sus muslos. No estaba nerviosa, o al menos ella no lo veía así.

Iría con Luke al cine.

No es una cita, se repetía una y otra vez en su mente. Stella recordó las palabras de Luke en su mensaje de texto. "¿quisieras ir al cine el viernes? lo digo, para hablar contigo. en plan de amigos"

Pero, ¿cómo irían en plan de amigos, si ellos no lo eran? Su madre estaba feliz de que por fin saliera con un chico. Stella le dijo que no era una cita, pero igualmente, ella se esmeró en animarla e incluso se ofreció a maquillarla.

Había pasado ya año y medio que Stella no tenía ninguna salida con un individuo de su sexo opuesto. A ella le parecía perfectamente normal, e incluso relajante, pero su madre no estaba de acuerdo con ello. Era ridículo.

Su teléfono vibró.

ya estoy llegando, ¿estás lista?

Una sonrisa idiota apareció en la cara de Stella.

sí, ya voy saliendo

Minutos después, se escuchó el sonido de un carro aparcar frente a su casa. Stella se despidió de su madre, la cual le deseó suerte y pidió conocer al chico cuando ambos regresaran del cine.

Ella no le respondió.

(...)

Al llegar al cine, eligieron la película de comienzo más próximo. Ni siquiera leyeron la sinopsis. Aquello era algo que Stella acostumbraba a hacer con sus amigas; llegaban al local, escogían la primera película que apareciera, y entraban a la sala. Era divertido. Decidieron que Luke pagaría las entradas y Stella la comida.

Compraron palomitas, refrescos y chocolate, para después entrar y buscar sus asientos. Cuando se encontraron sentados, ambos se percataron de que había entrado quince minutos antes del inicio del filme, y el lugar estaba prácticamente vacío y con las luces encendidas.

—Así que dime, Stella, ¿eres valiente?— Preguntó Luke.

—Para algunas cosas, ¿por qué la pregunta?

—¿Has probado mezclar las palomitas con el chocolate y el refresco alguna vez en tu vida?

—¡Asco!

—No, sabe bien. Anda, pruébalo.— Luke puso un puñado de palomitas en su mano izquierda, y luego le puso un trozo de chocolate encima. Se lo llevó a la boca, masticó dos veces, y luego tomó un sorbo de su vaso. Cerró los ojos y tragó.— Es lo mejor del mundo.

—¡¿Estás loco?! ¡Debe saber horrible!— Exclamó Stella, mientras reía. Luke se la quedó viendo fijamente, expectante. Sin pensar en lo que hacía, Stella repitió las acciones del rubio. Unas palomitas en la palma de su mano, chocolate sobre ellas. Una, dos, veces masticadas. Un sorbo de refresco. La castaña cerró los ojos fuertemente, preparándose para lo peor, y tragó.

—¿Y...?— Preguntó Luke, al ver que había tragado. Stella abrió sus ojos lentamente.

—Es lo mejor que he comido en mi puta vida.

(...)

Cuando la sala se llenó, las luces se apagaron y algunos comerciales fueron mostrados, Stella y Luke decidieron lanzarle comida a las personas de las filas de enfrente.

—Si sabes que nos terminarán por sacar del cine, ¿cierto?— Dijo la castaña, haciendo uso de la parte racional de su cerebro.

—¡Bah! Que importa. De todas maneras, yo pagué las entradas.— Ambos aguantaron la risa, y lanzaron unas gotas de refresco hacia las filas de abajo. La silueta de una persona se sacudió y miró hacia arriba, buscando el origen de lo que le había caído en su hombro.

(...)

—¡Nos sacaron del cine por tu culpa!— Dijo entre risas, Luke. Stella se hizo la ofendida.

—¡Claro que no! ¡Tu fuiste el que lanzaba más comida!— Replicó ella, riendo igual.

—¡Pero por tu culpa nos descubrieron!

—¡Yo sólo me reí!

—¡Por eso mismo!

La gente a su alrededor los miraba extraño. No todos, pero algunas miradas estaban posadas en su escena de culpabilidad. Mientras ellos lanzaban comida, Stella fue víctima de un ataque de risa, lo que hizo que las demás personas los descubrieran y fueran a quejarse. Ninguno de los dos podría entrar a ese cine por tres meses.

 —Somos un desastre— Comentó Luke, una vez dejó de reír.

—¿Somos? ¡Eres!— Exclamó Stella, dándole un pequeño empujón a Luke por el hombro. Él sonrió, y la castaña vio sus hoyuelos. Eran preciosos. Y aunque hubiese preferido negarlo, ella sabía que Luke también era precioso.

n/a: aw. steuke (nombre por silverargent aksjka) es lo mejor que le pudo haber pasado a mi vida(?

¡gracias por los comentarios del capítulo anterior! son las mejores lectoras del universo.

ANUNCIO: ¡treehouse llegó al puesto #23 en cuento y al #91 en fanfic! cuando lo vi no podía creerlo. ¡las amo con mi alma! en serio, mcuhísimas gracias, significa mucho para mí.

dedicado a bemyharold, ¡gracias por tus comentarios y tus votos! no olviden votar y comentar :)

treehouse ; lrhDonde viven las historias. Descúbrelo ahora