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Stella se quedó sola en su casa mientras sus padres iban con Patrick en una ambulancia. Le había dado un ataque de ansiedad al ver a su hermano sufriendo tanto sin poder hacer nada. Su respiración se había triplicado y sus manos estaban temblando en el momento en que sus progenitores llegaron y llamaron a los paramédicos.

Sintiéndose inútil, Stella decidió recoger y botar los restos de la escalera rota e irse a dormir.

Se despertó horas después con unas voces provenientes del piso de abajo. Sabiendo que eran sus padres con su hermano, ella se levantó rápidamente y bajó. Su hermano venía con un yeso en su brazo derecho y una venda en la rodilla izquierda. Se apoyaba en muletas.

Stella dejó escapar un largo suspiro al comprobar que, al menos, estaba vivo y podía caminar. Al verlo con detenimiento, supo que no era prudente abrazarlo, porque de seguro le dolería.

-Se rompió el húmero y su rótula se salió de lugar.-La joven hizo una mueca de dolor. Se imaginó la imagen del hueso hacia un lado y un escalofrío demasiado fuerte recorrió su columna vertebral.-Le dieron un mes de reposo, para que recupere la fortaleza, al menos en la pierna.-Terminó su padre.

Ella no sabía que decir. Se sentía mal por su hermano, pero a la vez estaba feliz de que hubiese pasado nada terriblemente malo.

Como Luke.

La castaña ignoró el llamado de su mente, hasta que un vacío en el estómago fue acompañado de que recordara lo que él tenía que hablar con ella. Lo llamaría al día siguiente para hablar con él y pedirle disculpas.

(...)

Horas antes, Luke llegó nervioso al jardín en el cual había quedado verse con Stella. Se recostó de un árbol y cada minuto miraba alrededor suyo, esperando ver a la castaña acercarse. Pero aquello nunca pasó. La llamó varias veces a su celular pero jamás contestó.

Una hora después, regresó a su casa, resignándose al hecho de que probablemente no la vería de nuevo.

(...)

Stella pasó una semana espantosa. El accidente de su hermano había ocurrido un domingo, y al día siguiente se había quedado dormida, llegando tarde al instituto. Presentó un examen sorpresa para el cual no estaba preparada y le mandaron muchísima tarea. Sus tardes se llenaron y el martes y el miércoles se vio obligaba a acompañar a su hermano a la clínica por dolores muy fuertes en la rodilla.

De esa manera llegó el viernes, y Stella recordó llamar a Luke. Aún así sabía que, fuese lo que fuese que debía decirle, si de verdad era importante, ya no tendría sentido.

Marcó su número y esperó. Se confundió mucho al escuchar la voz de una máquina hablarle.

Lo sentimos, el número que usted ha marcado no existe.

Stella miró su celular con curiosidad. ¿Tendría el número incorrecto? ¿Luke habría apagado su teléfono? Volvió a llamar y pasó lo mismo.

Decidió esperar un par de horas. Luego de la cena, intentó llamarlo un par de veces más, y la experiencia se repitió. Rendida, Stella estuvo unas horas navegando en Internet y luego fue a dormir.

(...)

Stella tocó la puerta de la casa de Luke con seguridad. Si él no le devolvía las llamadas, pues ella iría directo a su hogar.

Se sorprendió cuando una mujer joven abrió la puerta.

¿Luke no le había dicho que su madre lo había abandonado?

treehouse ; lrhDonde viven las historias. Descúbrelo ahora