Stella esperó a llegar a su casa para llamar. Desesperada, buscó en su teléfono la diferencia horaria.
Esperó a que fueran las nueve de la noche para ella, de manera que en Francia fueran las diez de la mañana, y así poder llamar a Luke sin molestar. Las palmas de las manos le sudaban. Marcó el código del país europeo, seguido del número que Lauren le había dado. Se llevó el aparato a la oreja y esperó.
(...)
—¡Luke! ¡Contesta por favor!—Exclamó su padre desde la cocina. El joven dejó la ropa que se encontraba ordenando en el colchón de su cama y atendió la llamada.
—¿Hola?—Luke no estaba muy seguro de en qué idioma debía hablar.
—Luke.— El rubio reconoció aquella suave voz al instante y sintió un vacío en el estómago.
—Stella.
—Comment ça va?— (traducción: ¿cómo estás?) Luke mordió su labio nervioso. Sabía que Stella estaba siendo irónica, que lo estaba retando. Y que se lo merecía.
—Lo siento. Debía decirte, pero esa tarde no llegaste al parque y...— El chico temía enredarse con sus propias palabras y arruinar las cosas aún más, pero Stella lo interrumpió.
—Mi hermano se cayó de la casa del árbol que tenemos en mi jardín. Se rompió el brazo y su rodilla se movió de lugar. Por eso no fui a verte.—Luke abrió la boca, en señal de asombro.
—¿Y está bien?
—Por lo menos está vivo.—La castaña hizo una pausa— ¿No pudiste decirme que te ibas por teléfono?
—Fue un viaje de último minuto. Mi padre no me había dicho nada.
—¿Sabes cómo me enteré? Fui a tu casa a disculparme por faltar a nuestro encuentro y una tal Lauren me dijo que ustedes ya no estaban en el país. ¿Tienes idea de cómo se siente eso?
—No fue mi intención.
—No, claro que no. Nunca lo es.— Dijo ella con rencor. Luke caminó hasta el balcón y posó sus ojos en el paisaje, pensando en su respuesta.
—Hay muchas cosas que debí decirte, Stella. Pero no puedo hacerlo ahora a través de un aparato eléctrico.
—Pues lo siento mucho por ti, porque ahora deberás hacerlo de esa manera. No hay forma de que nos veamos en persona.
—Debo pensar.
—¿Debes pensar? Luke, ambos hemos perdido todo el tiempo del mundo por pensar.
—¡Lo sé! ¡Lo sé de sobra!— La línea quedó en silencio durante unos segundos que para ambos parecieron horas.—Me gustas, Stella. Me gustas muchísimo. Cuando hablé contigo en la fiesta... sentí que te conocía desde hacía mucho antes. Fue entonces cuando me di cuenta de que tu eras la chica con la que jugaba antes de mi caída. La caída que separó a mis padres y que destruyó mi familia. No quise decírtelo, porque simplemente no estaba seguro de que lo recordaras. De que me recordaras a mi. El día que fui a tu casa por primera vez, fue como si volviese a tener siete años. Y tu madre, Lara... recordaba sus gritos al fondo mientras yo luchaba por no desmayarme en el medio de mi propia sangre. ¿Sabes por qué no morí? Escuché que tu creías que me había roto el cuello. Eso es mentira. Mi cabeza fue la que se rompió. Por eso sobreviví. De lo contrario, ahora estaría tres metros bajo la superficie de la tierra. Pasé demasiado tiempo debatiéndome en mi interior, si debía decirte la verdad o no... pero me excedí. Mi padre me dijo que nos mudábamos, y no hice más que llorar por horas, porque era como lanzar al olvido los años de mi infancia que había logrado recuperar. ¿Ahora entiendes?—Y dicho eso, el rubio colgó. Sintió como sus ojos dolían.
Su padre entró a la habitación y se recostó en el marco de la puerta, viendo a su hijo contener el llanto.
—Si quieres puedo irme a la cocina y fingir que no escuché nada para que puedas estar en paz.—Dijo él.
—No hace falta, papá.—Respondió Luke.
—Hijo, sé que te he apartado de todo lo que te importa a lo largo de estos años. Y lo siento. Yo también extraño a tu madre. Ella era mi sol, y tú siempre has sido como mi pequeña luna. Supongo que, con la excusa de que soy tu padre, te he hecho más daño del que jamás había imaginado. Y... perdona.
(...)
Stella no se creía lo que pasaba cuando escuchó el timbre del teléfono. Luke le había trancado luego de darle aquella confesión.
Quizás las cosas empeorarían de ahora en adelante, quizás no.
n/a: capítulo caca, lo sé. no me gustó para nada como me quedó idk.
¡FELIZ AÑO! espero que este año 2015 sea magnífico para cada uno de los que me leen, y quiero agradecerles por hacer, con sus votos y comentarios, una año mejor para mí. enfoquen su mente en las cosas buenas que ocurrieron y no en los errores que cometieron. este 2015 promete mucho, sólo les pido que sean felices :)
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treehouse ; lrh
Fanfiction¿no estás muy grande para tener una casa del árbol? posiciones más altas; #43 fanfic, #06 cuento