_____ suspiró y se estrujó el pelo una vez más. Jamás se imaginó que bañarse fuera tan difícil y doloroso a la vez. La enfermera Katty la había ayudado a meterse a la ducha, y con lo frágil que estaba, estuvieron casi una hora metidas en el baño tratando de lavar su cabello. Pero por lo menos, al fin _____ se sentía limpia y fresca.
Ella miró la puerta, esperando que Justin la abriera y apareciera. Quería verlo. Y ansiaba tenerlo a su lado con una desesperación que jamás creyó sentir. Era extraño, pero se sentía más segura y tranquila cuando estaba con él.
- El Doctor Bieber está ocupado atendiendo a unos pacientes.- dijo Katty como si le leyera la mente.- pero vendrá a verla en unos cuantos minutos más.
_____ sólo asintió y se mordió el labio nerviosamente. La enfermera Claire se retiró de la habitación tomando la bandeja de comida vacía y Katty enchufó una secadora de pelo al lado de la cama de _____.
- ¿Quiere que le seque el pelo?
- No, gracias.- sonrió mientras tomaba las secadora.- yo lo hago.
- Está bien. Revisaré los monitores y después me iré para dejarla un rato sola.
Mientras la enfermera Katty comprobaba los monitores, _____ encendió la secadora y comenzó a secarse el pelo. Al pasar los dedos por su cabello, se enredaban y sin querer los tiraba, haciéndola gemir de dolor. Vaya, pero qué débil estaba.
Entonces justo en ese momento la puerta se abrió y apareció Justin. _____ apagó la secadora y los ojos le brillaron cuando la miró.
- Hola, Doctor.
Justin sonrió, pero su sonrisa se borró cuando notó que tenía el cabello húmedo. Frunciendo el ceño, se dirigió hacia Katty.
- ¿Por qué tiene el pelo mojado?
- La señorita Mills quería tomarse una ducha, Doctor.
Justin endureció la mandíbula y la miró con una ira que hasta a _____ le asustó.
- Ella aún está muy débil, no debiste permitir que se bañara. Para la próxima, avísame.
Katty vaciló y tartamudeó al hablar.
- D-Disculpe. No volverá a pasar, Doctor.- dijo con la voz temblorosa.
- Espero que sea así. Ahora ve a tu trabajo, quiero estar a solas con la señorita Mills.
Ella asintió y avergonzada salió de la habitación. _____ miró a Justin boquiabierta.
- Fuiste muy duro con ella. Se comportó muy amable conmigo.
Él la ignoró.
- ¿Desayunaste?
- Sí.
- Bien.
_____ encendió la secadora y comenzó a secarse el pelo otra vez. Al ver que tenía problemas para secarse, Justin quiso ayudar.
- ¿Te ayudo?
- No, yo puedo sola.
- Déjame a mí, por favor.
_____ suspiró y apagó la secadora. Luego se la entregó. Justin tomó una silla y la colocó de espaldas frente a él.
- Ven. Siéntate aquí.
_____ se levantó, y con mucho cuidado Justin la ayudó a sentarse en la silla. Después se colocó detrás de ella y encendió la secadora. Justin hundió los dedos en su cabello y lo cepilló con delicadeza.
- Tienes el pelo muy suave.- susurró.
Las hebras de su cabello acariciaban sus dedos. _____ tenía el pelo tan largo y sedoso. Sin siquiera pensarlo, él se inclinó y acercó su nariz a su nuca sin tocarla, pero se quedó lo suficientemente cerca como para oler su champú. Ella olía a mujer y a frutas y rosas. Delicioso.
_____ cerró los ojos y gimió en voz baja, agradecida de que Justin no pudiera oírla por el sonido de la secadora. Suspiró y disfrutó de la sensación al ser acariciada por las manos de Justin. Su toque no era fuerte o doloroso. Era tierno y cariñoso. Ella siseó de placer cuando los dedos de Justin acariciaron su cabeza desde la coronilla hasta la punta de su cabello. Y sin quererlo, se excitó. Sus pezones se endurecieron ante la ola de placer que pasó por todo su cuerpo. Justin la sintió estremecerse y rápidamente apagó la secadora.
- Perdona. ¿Te sientes incómoda?
- No. Sigue, por favor…