Justin vio a través de la bata del hospital que _____ traía puesta sus pezones pronunciarse, notablemente endurecidos. A él le gustó saber que su cuerpo respondiera a sus caricias y siguió secándole el cabello.
Al paso de unos minutos, _____ casi lloriqueó cuando Justin apagó la secadora y sus caricias cesaron.
- Ahora vamos a cepillarte el cabello.
Entonces el entusiasmo a _____ volvió y sacó de la mesita de al lado un cepillo de pelo y se lo entregó. Otra vez, Justin comenzó a acariciarla. Desatando cada nudo que encontraba que había en su pelo con los dedos. _____ cerró los ojos y ronroneó.
- ¿Te gusta?- preguntó Justin sonriendo, deslizando el cepillo por todo su largo y sedoso cabello.
- Sí.- suspiró.- se siente bien. Por favor, no te detengas.
Justin se relamió los labios y en ningún solo momento se detuvo. Cuando acabó de cepillarla, dejó el cepillo sobre la mesa y le apartó todo el pelo con las manos a su hombro derecho, dejando su cuello desnudo a la vista. Le acarició la piel con los dedos lentamente, de arriba hacia abajo, en un mismo ritmo, olvidándose por completo la regla de mantener las manos lejos de ella. Justin apegó el torso en su espalda y entonces acercó sus labios a su cuello para besarla. _____ gimió e inclinó la cabeza a un lado, dejándole un mejor acceso. Justin repartió pequeños besos, subiendo desde la curva de su cuello hasta llegar a su oreja y morderle el lóbulo. Su erección presionó contra la espalda de ella y se frotó.
- Ah….- _____ abrió los ojos y jadeó.
- Me encantas.- musitó.
- ¿Qué?
- Me encantas.- dijo esta vez más alto.- me vuelves loco. Dios, eres deliciosa…
Cuando _____ se balanceó con la silla hacia atrás con la intención de capturar sus labios con los suyos y besarlo, perdió el equilibrio y se cayó de espaldas.
- ¡_____!- exclamó Justin y la tomó de los brazos, tirándola hacia arriba.- joder, ¿Estás bien?
Para la sorpresa de Justin, _____ se echó a reír. Él le frunció el ceño.
- ¿De qué te ríes?
Pero ella siguió riéndose y se sentó al borde de la cama. Se tomó el estómago con las manos sin parar de reír. Los labios de Justin se curvaron y finalmente sonrió, contagiado por su risa.
- Lo siento.- se disculpó ella una vez que paró de reír.- pero tienes que admitir que fue muy gracioso. Qué tonta soy. ¡Debiste haber visto tu cara!
- Estaba preocupado. Se está haciendo una costumbre ya que te caigas a cada rato.
_____ sonrió y Justin le devolvió la sonrisa. Luego su sonrisa desapareció cuando vio las rosas que Travis le había regalado puestas sobre el centro de la mesa.
- ¿Quién te las dio?
- Travis. En la mañana me vino a ver.- dijo y su sonrisa se ensanchó.
Justin apretó los dientes y de inmediato su estado de ánimo cayó a los pies. Dejó pasar los celos que sentía en ese instante y sacó del bolsillo de su bata blanca de Doctor una pequeña cajita. Se lo entregó a _____.
- ¿Qué son?- preguntó ella con curiosidad mientras agitaba la cajita.
- Son pastillas para la presión. Quiero que las tomes todos los días en la mañana, comenzando desde ahora.
- Pero yo dejé de tomar esas pastillas hace tiempo.- dijo y frunció el ceño.
- Pues no debiste haberlo hecho. Gracias a que dejaste de tomarlas tuviste un ataque al corazón.
_____ sólo se lo quedó mirando, asustada por la dureza en su voz y bajó la mirada. Justin se arrepintió de inmediato al decir esas palabras y se odió por eso.
- Perdóname.- murmuró. Levantó la cabeza de _____ colocando el dedo índice en su mentón y la miró a los ojos.- no sé que me pasa. Lo siento.
- No pasa nada. Tienes razón, fue mi culpa. De seguro debes de estar odiándome por eso. Prometo que me portaré bien todo el tiempo que esté aquí en el hospital para luego irme y no ser una molestia para ti.
Justin negó con la cabeza. ¿Ella, una molestia? Para nada. Ella ni siquiera sabía lo que él daría por estar más tiempo a su lado sólo para poder tocarla…
- No te odio.- le dijo con sinceridad. Ella bajó la mirada.- Hey, _____.- la llamó. Ella alzó la vista y por unos segundos se perdió en la ternura que habían en esos preciosos ojos color miel.- no te odio.- repitió.- jamás podría odiarte. Lo único que te pido es que tomes esas pastillas. Por favor, es por tu salud. Piensa en ti.
Y en mí, Justin se mordió la lengua para no decir esas palabras.
- Está bien.
_____ sacó de la cajita las pastillas y se tragó una mientras tomaba del vaso de agua que había en la mesita a su lado. Justin sonrió y sin siquiera pensarlo la besó en la frente. Sólo lo hizo.
- Buena chica.
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Milena