Cuando despertó notaba que todo daba vueltas. Estaba tumbada sobre... ¿Una cama? Paso su mirada borrosa y se topó con una figura, poco a poco la claridad volvió.
—¿Artur...?— Murmuró aturdida, un fuerte dolor de cabeza la obligó a cerrar los ojos en fuerza. Trató de recordar pero su mente parecía bloqueada.
—Princesa Annika, que alegría verte despierta.
Annika trato de moverse atemorizada.
—¿Q-qué hago aquí? ¿Dónde...? ¿Cómo...? ¿Y mi padre?—preguntó confusa.
—Dos días sin despertar, no está mal... — dijo Artur dejándola mas confundida aún.— Los rumores dicen que un licántropo te rapto.
— ¡¡¿Qué?!! ¿Y me has rescatado?— al moverse noto un intenso dolor en la espalda y gimió.
—No te muevas. Y no te he rescatado, no exactamente...— Annika palideció mirándolo— Mira... te encontré tirada en el bosque con una flecha hundida en tu hombro. Nadie te rapto, eres tú... eres una licántropo.
Annika recordó al mirarse al espejo ese día, el pelo crecía en su cara.
—No puede ser... tiene que haber una cura...
—Venga, no puede ser tan malo, chica salvaje.
—Claro que puede. ¡¡Y lo es de hecho!!
—Annika no pasa nada... puedes empezar esta nueva vida... conmigo...
—¿¡Q-qué!? ¿A que te refieres?— el temor se adueñó de ella.
—Ser un licántropo no esta tan mal.
—Tú que sabrás. Ellos son el enemigo del reino , mis enemigos.
—Yo no me considero tu enemigo, y soy uno de ellos, como tú.
—no... no...no...no... ¡¡No!!—retrocedió—e-eres ese lobo negro... ¡¡¡¡¡¡Me atacaste!!!!!!
—no Annika, yo no...
—¡¡¡¡¡SII!!!!!! Dejaste que me atacaran el resto, podrías haberme visto morir allí como si nada.
—Eso no es cierto.— espetó con un grito Artur abofeteándola.—Pero ahora sígueme. Cada cierto tiempo te convertirás en lobo... Y no creo que a tu padre le agrade.
Aunque Annika deseaba lanzarse contra él, y sintió la furia bullir en su interior se contuvo. Se levantó para seguirlo a pesar del dolor del flechazo, pero solo porque no tenía otra cosa que hacer.
—Artur, que sepas que eres asqueroso y repugnante, un asesino de sangre fría
—¿Por qué? ¿Por defender mi especie? ¿A nuestra especie? Ya estamos ¡Padre!
—Yo no soy tu especie, y no lo sería de no ser por ti.
Artur la miró largamente, pero no habló ¿Ocultaba algo?
Un enorme lobo castaño apareció entonces y se convirtió en humano.
—¿A quien traes por aquí?— gruñó. Anikka solo miraba, ¡había licántropos hasta en la nobleza!
—A la princesa, es una de nosotros.
—Pero no me uniré a vosotros, ¡Asesinos! —declaró.
—Soy el Conde Rodrigo del Robledal. Eso lo primero. Ahora ¿Me harías el favor de hablar conmigo?— el hombre la agarró del hombro haciéndola soltar un siseo de dolor.
—Supongo si rechazo me darás de comer a tus... súbditos... — gruñó. Él suspiró y agitó la cabeza.
—Supongo que eso es un sí. Ven
Annika lo siguió pasando por al lado de lobos con presas en la boca, personas que cocinaban en pequeños fuegos... Se preguntó donde estaba.
El conde se metió en una cueva subterránea, que a pesar de todo lucía bien decorada. Encendió una lamparilla de aceite y se sentó, indicándole a ella que también se acomodara.
—Annika, tú y muchos solo nos veis como una amenaza a la que hay que eliminar. Pero somos personas como todos, al menos la mayor parte del tiempo. Sin embargo se nos persiguió y mató de tal forma que ahora la única forma de sobrevivir es escondernos, y como no tenemos esperanza de que haya paz, luchar.
—¿Asaltando carruajes y castillos? ¿Como el de mi madre?
Él parpadeo. Lo había cogido por sorpresa.
—S
—Sí... como a ti incluso... lo que queremos es que todos tengan esta capacidad, enfermedad para ti. Por eso te necesitamos Annika. Tu volverás a tu hogar en cuanto sepas controlar esto algo mejor. Necesitaras dejar salir ese lado salvaje a veces, pero podrás casarte con Aland como habrías hecho, y... podrás morderlo un día en estado lobuno, para que él también pase a ser uno de nosotros.
— ¿¿¡¡Qué!!??
—No matarlo... herirlo levemente, solo con una herida la licantropía se contagia, si hasta en la sangre real hay licántropos quizá podamos convivir en paz.
— ¿Y si me niego?
—Tampoco podrás tener hijos ya que nacerán enfermos.
Annika apretó los puños. No tenían derecho a estropearle así la vida.
—Lo pensaré, ahora quiero descansar. — espetó.
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La Oscura Verdad de Annika
WerewolfAnnika, una joven rica, supuesta para ser dulce, agradable, quizá hasta futura princesa y reina. La niñita perfecta. Sin embargo, en su interior un deseó por lo salvaje arde con furia, ¿pero será capaz de internarse en el bosque y sobrevivir a todo...