Capitulo 14

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Ucker cerró los ojos. Al menos quería descansar por un momento, 
no dormir... no. Es que no podía hacerlo. No con Dulce en su cabeza, 
es decir... pendiente de ella. De que no intentara nada contra él o 
algo más, después de lo que le había contado. Aunque no lo creía. 
En todo caso, él estaría preparado.

Dulce se secó el cabello. Recién terminaba de bañarse. Y aún con la 
toalla más grande enredada en su cuerpo, se asomó por el borde de

la puerta de la habitación. Sus labios inferiores fueron levemente

mordidos por sus dientes al mirarlo a él... descansando sobre el diván.

Entonces se dio fuerzas a sí misma y salió de la habitación, moviendo

las caderas.

Encendió las luces, Ucker enseguida se inclinó para observar lo que

pasaba.

DULCE: Perdona... ¿te he despertado? -Le preguntó ella. Con un rostro 
angelical. Ucker se le quedó mirando antes de responder. Sus ojos se 
pasaron indiscretamente por todo su cuerpo, enredado por una toalla

que él había usado varias veces... ese pensamiento le hizo tensarse por

dentro. Aún más. Con solo saber que conservaría el olor de Dulce en esa

toalla...

UCKER: No, no estaba dormido. -le dijo él. De inmediato, se sentó sobre

el diván. Se sobó los ojos, maldición... no era un sueño... de esos que lo

hacían despertarse excitado, era Dulce, era de verdad. La vio parada frente

a él, con gotas de agua aun recorriendo su cuerpo- ¿Qué haces aquí?

DULCE: No tengo sueño... -susurró ella. Pues en realidad, si estaba ahí

era por otra cosa.- así que decidí tomar un baño... -ligeramente se sacudió

el cabello para atrás. El miembro de Ucker se erecto al instante- pero me ha

despertado más. -admitió y soltó una bonita sonrisa, que hizo sonreír a Ucker

también. Aunque por dentro, estaba más caliente que nunca- ¿tienes algo que

te haga dormir?

''Yo. Entre tus piernas.''

UCKER: Busca en la cocina. -le dijo él. Dulce asintió, y caminó en frente de él

hasta el pequeño espacio de la cocina, abrió los estantes de madera. Él se

relamió los labios, que bonita vista... el perfecto trasero de Dulce empapado y

envuelto en una toalla, con el cabello rozándole las pompas. Entonces quiso

voltearla y hacérselo en ese mismo instante, en aquella encimera de la cocina,

o en el lugar que fuera. Estaba erecto. Excitado. Y pronto eyacularía si no colocaba

su pe.ne en algún lugar. Dulce le ponía de inexplicables maneras. El tan solo hecho

de pensar que la tenía para él y solo para él, pero que hasta ese instante no había

podido hacerla suya, le ponía, le gustaba, le excitaba de infinitas maneras. La quería

para él. Suya. Rozándole el cuerpo. Tocárselo. Tocárselo todo, hasta el último 
milímetro, abrirle las bonitas piernas... y saciarla hasta escucharle gritar su nombre.

Dulce encontró una pequeña caja de Nervinetas, somníferos que hasta ella misma

tomaba. Pero cuando intentó bajarlos del estante más alto, ya tenía las manos de

Ucker tomándole las caderas. Un gemido salió de sus labios...

UCKER: Tengo algo que te hará dormir mejor... -le dijo él. Susurrándole en el oído,

y se enredó en el olor de su cabello-

DULCE: ¿Qué? -le preguntó ella. Ahora con la voz debilitada. Su plan empezaba a

dar resultados. Soltó la cajita de somníferos y los dejó caer al suelo. Ucker la volteó

para él, para mirarla-

UCKER: Yo. -le dijo él. Ahora besándole los labios, sus manos apretaron el cuerpo

de Dulce con el suyo, mientras que poco a poco ella sentía la enorme erección de

Chris bajo sus pantalones. Otro gemido salió de sus labios mientras besaba los labios

de Ucker- ¿Lo sientes?

DULCE: Sí... -respondió ella. Bajó la mirada, Ucker estaba duro, igual o más que una

piedra. Sus manos bajaron por su torso, hasta llegar al borde de su cintura remarcada,

hasta el pelvis-

UCKER: Tócalo. Vamos... -le rogó él. Con la voz ronca, Dulce cedió y acarició la punta

de aquella erección. Jamás había hecho esto en su vida, siempre le había parecido

desagradable, pero con él... todo había cambiado. Primero lo acarició suave, escuchando

los leves gemidos roncos que Ucker soltaba- Dios mío nena... quiero hacértelo... -le volvió

a comer la boca, mezclando su deliciosa y húmeda lengua con la de Dulce

DULCE: Hazlo....

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