Secuestrada (Vondy) I

Capitulo 27

Dulce entró al auto de la policía. El corazón se le partiría en
cualquier momento. Sentía que apenas podía respirar bien.
Todo le dolía. Incluso le costaba pestañear sin derramar
algunas lágrimas. Todo esto le dolía en el fondo de su alma.
El hecho de irse. Abandonar ese departamento en el que ella
y Chris... habían hecho el amor, en el que había sentido más
que un simple afecto departe de él. ¿Había sido verdad? O...
¿solo se lo había imaginado?

OFICIAL: Vas a estar mejor con nosotros. -le dijo. Acomodó
el retrovisor, mientras Dulce se acomodaba en la parte trasera.
El policía encendió el motor-

 

OFICIAL2: Llévala al aeropuerto y vigílala hasta que el avión
haya partido ¿entendido? Nos quedaremos aquí hasta hallar
pistas de ese idio.ta.

OFICIAL: Entendido.

A Dulce se le encogió el corazón. ''Ucker'' ... oh no jo.der. Deseaba
al menos despedirse de él. El auto arrancó. Dulce movió la cabeza,
con una pequeña esperanza en el corazón de encontrarlo en alguna
parte, mirándola desde algún lugar, o quizá tan solo verle un segundo
por última vez. Pero el auto avanzó, ella ahí adentro, y no lo veía...
y no lo vería nunca más...

**

Alfonso tomo el celular. Marcó el número de Ucker, este contestó.

ALFONSO: Ella está en el auto. -le dijo. A Ucker se le aceleró el pulso-
me vas a tener que pagar algo muy grande cuando acabe todo esto.

 

UCKER: Si todo sale bien, te prometo que sí.

Alfonso colgó. Dobló la esquina y siguió el auto del policía, aquel que
llevaba a Dulce ahí dentro. Lo siguió sigilosamente, esperando el
momento exacto. Fue entonces cuando en un momento de la carretera,
solo se encontraron los dos autos. El suyo y el de ese maldito policía.
Alfonso sonrió. ''Te tengo''. Chocó la parte trasera del auto policial.

**

El cuerpo de Dulce se balanceó. De inmediato se volteó a mirar hacia atrás.

OFICIAL: ¡Maldición! -gritó, observando por el retrovisor. Detuvo el auto
y bajó de él- ¿pero qué demonios le sucede? -gritó alterado. Dulce solo
miraba desde adentro. Alfonso también bajó del auto, y al oficial solo le
faltó pestañear para observar el arma que traía en las manos-

 

ALFONSO: Saque a la chica del auto.

OFICIAL: Qué... pero... -tartamudeó-

 

ALFONSO: ¡Que la saque si no quiere que le vuele los hu.evos! -gritó-

Y entonces Dulce lo reconoció. Sí, claro que sí... lo había visto antes. El
amigo de... ¡Chris! , bajó del auto de inmediato. Con una esperanza. Quería
verlo, por última vez... quería sentir sus labios sobre los suyos al menos por
un instante. Alfonso volvió a tomar su celular con la otra mano, sin dejar de
apuntar al policía, marcó un número y se lo enseñó a Dulce.

ALFONSO: Él tiene algo que decirte.

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