Capitulo 18

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La cerradura sonó. Dulce de inmediato cerró los ojos sobre el diván,

haciéndose la dormida. Había tomado un baño hace más de una hora...

y conservaba el cabello mojado, humedeciendo la fina tela del bonito

diván. Ucker cerró la puerta, fue hasta ella para mover sutilmente su

hombro, tratando de despertarla.

DULCE: ¿Mnh? -respondió ella, entreabriendo los ojos y frunciendo

el ceño-

UCKER: ¿No quieres dormir adentro? Aquí hace frío... -le susurró.

Dulce se fijó detenidamente en los finos labios de Ucker, en su

apetecible boca. Aquella... que había probado toda la noche. No sabía

que mi.erda le pasaba esa mañana. Ma.ldición. Como nunca, había

amanecido sensible-

DULCE: Sí.... -se sentó sobre el diván, fingiendo fatiga y sueño.

Ucker se volteó a mirarla, una bonita sonrisa salió de sus labios al

verla estirarse sobre el mueble-

Por mucho que intentaba no mirarla, no lograba quitarle la vista ni una

sola vez. Sus ojos, su boca, su bonito cabello, su lengua... cada vez que

remojaba sus finos labios. Su propia voz. Su mirada. Le jo.día. Le jo.día

tanto pasarse todo el día pensando en una sola mujer. Una sola sonrisa.

No estaba acostumbrado a eso. Nunca había sido entrenado para ese tipo

de sentimientos. Siempre había sido él y sus polvos diarios. Él y diferentes

mujeres. Él y una pu.ta más.

Dulce se puso de pie, moría de ganas por quedarse... o mejor dicho, por que

él le pidiera que se quedase. De mala gana caminó hasta la habitación.

UCKER: Dulcee! -la llamó él-

DULCE:  ¿Sí? -se volteó ella. Con una llamita de fe-

UCKER:  Ven... - le dijo el. Dulce sintió que moría. ¿Desde cuando  se

ponía de esa forma? No sabía, y no quería ponerse a pensar.

Simplemente caminó hasta él-

DULCE: ¿Qué? -le preguntó ella, fingiendo desinterés-

UCKER: Nada. -susurró él. Tenía aDulce a tan poca distancia. Tan

pocos centímetros, ella se le había acercado más de lo previsto. Y eso

le gustaba más. Oh sí, maldición... le fascinaba. Ella. Ella y toda ella.

Le cogió una mano y la entrelazó con la suya, la piel de Dul se erizó

por completo. Bajó la mirada- estás fría...

DULCE: Sí... -susurró ella, sintiendo que Ucker había cogido su otra

mano restante, juntándolas, y metiéndolas suavemente bajo su fina

camiseta y su cazadora de cuero-

UCKER: Espero no te incomode.

DULCE: N....o -dijo muy apenas-

UCKER: ¿Te ha comido la lengua el... -Dulce se ruborizó por completo-

espera... creo que alguien más te la comió -Ucker le sonrió, haciendo

que ella tampoco se resista y suelte una fina risa-  y creo que fui yo...

-Dul intentó sacar sus manos de bajo la camiseta de Chris, al hacerlo,

Chris volvió a jalarla hacia él- y me gustaría hacerlo ahora... -se acercó

a sus labios, peligrosamente rosó su labio inferior sobre la pequeña

comisura de los labios de ella. Su boca hecha agua, la necesitaba-

DULCE:  Chriisss -murmuró ella.  Ahora levemente extasiada. Todo

esto le ponía tanto. Él. Sus manos. Como la tocaba. De que forma.

Sabía que punto tocar, y que usar...la lengua, los labios, los dedos

y...su increíble masculinidad-

UCKER: Dime nena...

DULCE: No sé que me pasa... -susurró ella. Una oleada de lujuria se

paseó por el cuerpo de Chris. Se empalmaría en cualquier momento,

y esta vez.... necesitaría acabarla, llegar al jo.dido or.gasmo. Dulce le

rodeó el cuello, apretándolo contra ella-

UCKER: Yo sí. -le afirmó él. Los dedos de Ucker se introdujeron entre

las bragas de Dul, levantó una tira de ellas en la parte izquierda de

sus caderas, para rozarle la piel... cuanto le gustaba... - lo necesitas  

-Dulce cerró los ojos. Se mojaría. Tanto... que rogaría por un poco de

su medicina, aquella que solo Chris podía darle- tanto como yo...

DULCE: Sí... te necesito...  -abrió los ojos con delicadeza, ahora

encontrándose con los ojos del Chris salvaje, lleno de lujuria y

apunto de tumbarla sobre el diván y hacerla suya de nuevo. Chris

volvió a besarle la boca, se había acostumbrado a su sabor, a lo

bien que sabía su lengua. Le gustaba muchísimo. Apunto de

posicionarla sobre el diván, y acostarse sobre ella... alguien tocó la

puerta del departamento con fuerza, apunto de tumbarla.

Ucker tuvo que separarse de ella con dificultad. Mi.erda ¿quién se

atrevía a tocar la pu.ta puerta de esa manera? Y lo peor... ¿en un

momento como ese? Reventaría a quien quiera que fuera que tocara

de esa forma.

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