Lena me miraba con un gesto de poca paciencia, ella no debía interceder por mí, no cuando su vida corría peligro, suspiré ignorando su mirada, sentándome a la orilla de la cama, mirando mis zapatos, acomodo mis calcetines, era una suerte enorme que no me haya desvestido y visto mi tatuaje, de ser así creo que había despertado de cabeza, aunque eso ya lo he experimentado. Me pongo el primero y cuando estaba por tomar el otro la veo delante de mí arrodillada, quitándolo de mi mano, su mirada había cambiado, estaba examinándome aunque no intimidante, tal vez trataba de comprenderme, eso era como buscar un grano de arena único en el desierto, acariciaba mis rodillas, solo pude sonreír al notar su intento de mantenerme en su cama, aunque no creo que de una manera perversa.
-Quédate—murmuró—por favor, solo eso te pido-
-Lena…--Suspiré viendo sus ojos suplicantes—me quedaré—ella sonrió como niña pequeña.
-Perfecto—me dio un beso en los labios—iré con León, ¿qué te gustaría desayunar?-
-Lo que tú prefieras-
-Bien, te puedes duchar—señaló el baño—hay ropa dentro, no me gusta verte con… eso—si yo tenía problemas, ella abusaba de su bipolaridad también.
-Ya entendí—levanté los brazos quitándome el zapato y mis calcetines—y por favor no me espíes-
-No lo haré-
Sale de la habitación riendo, creo que ya estaba de buen humor, pero conociéndonos no duraremos mucho en paz, no cuando está empeñada en ayudarme, ¿y qué tiene de malo?, que ella podría enviar a su enorme batallón para capturarla, es demasiado inteligente, Lena a su lado es una aprendiz, cierto lleva en ese negocio sucio desde que tiene 10 años, sí, es tan experimentada. Sacudo la cabeza ignorando mis pensamientos, entro al baño quitándome la ropa, debía ducharme rápido, así lo hago y al secarme con la toalla, veo la blusa manga larga azul marino, unos vaqueros de mi talla, vaya que supo examinarme, la ropa interior era normal hasta cierto punto aunque no de mi agrado.
Salgo de la ducha y ella estaba frente a su ventana, cruzada de brazos, pensando supongo, se veía tan bien vestida de negro, contrastaba muy bien con su piel, pensar que estuve con ella y para mi mala suerte, ebria, me senté en la cama colocándome los zapatos y ella se giró sonriente, esa mueca no me gustaba, la conocía en otra persona, y sé que estaba planeando algo, sí no es que ya empezó.
-Ven—me tiene su mano la cual tomo—el desayuno espera-
-Muero de hambre-
Me dolían las piernas al bar las escaleras, debía ser por el nado o por tener sexo, me inclinaba más por la segunda, me llevó hasta un amplio comedor, no creí que pudiesen preparan tanta comida en poco tiempo, nos sentamos al lado derecho de la mesa, los lugares principales he de suponer que eran de sus padres, así que ya no los tenía consigo, comprendía hasta cierto punto su oficio y forma de actuar, estuve tentada a preguntar por Lex, pero me descubriría.
-Debimos desayunar en la cocina—digo al probar los huevos con tocino—me parece un lugar demasiado sagrado y amplio-
-Ahora tengo compañía y León está muy alegre de que así sea-
-¿Vives solo con él?-
-Sí, mis padres murieron cuando tenía 16 años, así que él ha cuidado de mí-
-Me alegra por ti, así no has estado sola—dude un poco pero debía atreverme— ¿Tienes hermanos?—ella bajo la mirada tensando su cuerpo.
-Uno, solo que no somos unidos, tengo una mejor relación con mi primo Mon Mike-
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Dos Sombras en Londres
FanfictionLa conocí hace un año y desde entonces la he seguido todas las noches, pero todo cambia de un momento a otro, con solo cruzar miradas, me he ganado su atención, pero ella es una mujer peligrosa y yo una experta en evasiones, ¿donde nos llevara todo...