Dos Sombras en Londres

XI

-Este fue un viaje de tiempo record-

-Lo sé-

Mike decidió viajar conmigo en primera clase, pues Alex tomo el siguiente vuelvo para no causar más problemas de los que ya tenemos, quería que los tres hiciéramos lo de siempre, pero Mike era tan sobreprotector como Lex en el pasado, tanto que me sentía una niña de cuatro años, cuando el avión aterrizó en Washington pude respirar tranquila, al menos no habían puesto una bomba para comenzar bien. Me había comunicado con Clark, estaba asustado el muy farsante, Kara estuvo a punto de atraparlo pero logró escapar como la comadreja que es, me pidió que fuese sola, lo cual era riesgoso para mi adorado primo y Alex.

-Mike de verdad puedo caminar-

-Tuvimos que amenazar a medio hospital Kieran—me tomaba del brazo—estás delicada, así que por favor no te comportes realmente como una niña-

-De acuerdo-

Me dejo guiar hasta que entramos al auto negro, común en este país que no levanta sospechas, el amigo de Mike es quien sería nuestro chofer, era su más fiel aliado en este lugar, un hombre llamado Leonard Snart, algo engreído pero inteligente eso tenía entendido. Nos trajo hasta una casa en uno de los barrios más alejados de la ciudad, ambos me ayudaron a bajar, veía la sonrisa de los dos al notar mi molestia por ello. La casa tenía todo así que no tendríamos problemas con la estadía, Mike tuvo que ir por Alex así que me dejó al cuidado de Leonard, quien estaba de pie cruzado de brazos frente a la ventana, pensativo.

-Mike dice que has fraternizado con BatLash—menciona sin mirarme.

-Su nombre es Kara—corrijo haciéndolo reír—y sí, he fraternizado si quieres llamarle así-

-Ante todo soy un caballero, no puedo hablar contigo como con Mike—se gira sonriendo—solo que me es difícil de creer que esa rubia letal, haya permitido tanta cercanía con un ser humano, rehúye siempre al contacto o socializar-

-Estoy consciente de que la llevó a ser así, sin embargo conmigo se comportó diferente, hasta que claro, aparecieron ese par de abusadoras-

-Conozco a Kara más de lo que crees—me mira de una forma extraña sentándose frente a mí.

-Creo que todos están más cerca de ella que yo—hago una mueca—sin embargo, Mike no me informó sobre ti y ella-

-Dijo que tenía que ser yo quien te lo informara, por esa razón fue por Alex en mi lugar-

-Estoy intrigada—lo miro con fijeza—habla Snart-

-Kara y yo fuimos capturados al mismo tiempo, sé que ella tal vez me haya bloqueado de su mente, pero estoy seguro de que cuando me vea no estará muy feliz con mi presencia a tu lado-

-Suena como que le hiciste algo terrible-

-Para ella lo fue, pero era muy joven en ese entonces para comprender la gravedad de mis acciones, Clark… es—hace una pausa conteniendo su ira—mi padre también-

-¿Qué?—me costaba asimilar lo que había escuchado—entonces tú…-

-Sí—sonríe sin ganas—soy medio hermano de Kara-

-¿Clark también te vendió?-

-Así es, verás, cuando mi madre murió por causa de una enfermedad creí que encontraría ayuda en ese bastardo pero no, él miserable dijo que estaría mucho mejor trabajando como perro para Cat Grant—tensé la mandíbula al oír ese nombre—tenía 15 años, dos años menos que Kara, la primera vez que la vi fue cuando tuvo su primera pelea, Cat no ocultó su identidad, me dijo que ella era mi hermana mayor, que jamás estaría a su nivel aunque quisiera, ¿sabes por qué estaba tan segura?—negué—por la sencilla razón de que Kara tiene la capacidad de adaptarse, de acumular su furia en sus puños, se vuelve una bestia al pelear, algo que por supuesto jamás logré, ni siquiera cuando me llevaron al mismo lugar que ella después de esa pelea para entrenar-