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Me llevé las manos a la boca.

-Finn, Finn, amor lo siento.- me acerqué para ayudarlo.

-No me toques.

-Venga, vamos, deja te ayudo.- lo tomé de los brazos.

-¡No me toques!- gritó y me alejé.

-Lo siento.- se levantó.

-Vete a la mierda.- salió hacia una pequeña terraza.

Minutos después, mordiéndome las uñas, intenté acercarme a el.

-¿Finn?

-¿Que pasó en realidad?- preguntó con lágrimas en los ojos.

-¿De que hablas?

-¿En verdad fuiste a una entrevista?- no respondí.- Jack...- se levantó de la silla y se acercó a mi para mirarme a los ojos.- ¿puedes mirarme a los ojos y jurarme que fuiste a una entrevista?- no podía hacerlo.

Con un nudo en la garganta, la voz cortada y todo el dolor del mundo lo miré a los ojos y con un susurro respondí lo que el quería escuchar.

-Si.

-¿Que pasó ahí dentro?

-No podía.

-¿No podías?

-¡Podrías dejar de hacer preguntas!- grité, grito que provocó un pequeño salto de susto por parte de Finn.

Se acercó a mi, demasiado como para cortarme el aliento y ponerme nervioso.

-Púdrete.- pasó junto a mi y entró a la habitación.

Froté mi cara. No era tiempo para hablar, así que dejé que se tranquilizara.

-Entra al auto.- dije firme.

-No quiero ir a ningún lado.

-No te lo estoy pidiendo. Te lo estoy ordenando.- bufó.

-Tú no me mandas.

-Esta vez si.- lo cargue por mi hombro y me dirigí a la salida.

-¡Bajame idiota!- pataleaba.

No hacía caso y seguía caminando. Al llegar al auto, lo adentré al asiento del copiloto.

-Me las pagarás, eres un idiota, no quiero ir a ningún...- le di un profundo y largo beso para poder callarlo de una vez por todas.

-Ya cállate.- le tomé la barbilla y le robé otro pequeño y corto beso, el cual el correspondió de mala gana.

Comencé a conducír.

No parecía la persona más feliz del mundo, pero por lo menos se logró calmar con ese beso.

-¿A donde diablos vamos?

Reproduzcan el video.

-Buceo.- dije como si fuera obvio.

Logré notar en el una pequeña sonrisilla de reojo.

Al llegar, le abrí la puerta para que pudiera bajar y entramos, no sin antes el acercarse a mi para entrelazar sus dedos con los mios.

-¿Soy un idiota?- bromeé sin mirarlo.

-Eh... Si.- reí por lo bajo.

-Bienvenidos.- nos recibió una chica.- ¿reservaron?- asentí y sonrió.- bien, por aquí...

Nos llevó hasta un lugar en donde hacías los últimos registros para entrar, posteriormente nos dieron unos trajes extraños hechos de plástico al parecer y nos encaminaron hasta el lago en el cual se podían apreciar ahí algunas personas.

Zorra 2- Fack                              [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora