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-¿A donde irás?- preguntó con la voz cortada apunto de llorar.

-No lo sé. Lejos.- guardó unas mudas de ropa en su mochila.

-No podrás tú solo.- el mayor se acercó a él, tanto que logró intimidarlo, algo que no hacía durante años.

-Estuve casi muerto en un hospital durante años, sin saber que mierda pasaba con la vida, creo que estaré bien.

-Sé que te lastimé, la cagué, no sé cómo disculparme contigo.

-No tienes que hacerlo, el daño está hecho, creo que ambos sabemos cómo acabará esto ¿no?- acomodó la mochila en su hombro e intentó salir de la habitación.

-¿Que pasará?- el menor se interpuso en su camino.- yo quiero estar contigo, es que tu no lo entiendes.

-Debiste pensar eso antes de armar todo este teatro.- salió de la habitación.

-¡¿Que pasará con la adopción?!- exclamó provocando que este parara en seco.- ¿no era nuestro sueño?, ¿no querías hacer una familia?

-Haré una familia, cuando esté listo.- salió del lugar.

Jack corrió detrás de él y sujetó su mano con fuerza.

-Hablemos.

-¿Sobre qué?, no hay nada de que hablar.

-Te amo, date cuenta de eso. Éramos niños, unos estúpidos adolescentes. Tengo la madurez suficiente como para reconocer que la cagué y poder afrontarte para arreglar las cosas. Ahora eres mi esposo y no puedo permitir que te vayas así como así.- cada vez disminuía la fuerza con la que apretaba la muñeca de Finn.- quiero que seas tú el padre de mis hijos, quiero formar una familia contigo y quiero arreglar absolutamente todo el daño que hice. Perdóname por favor.

El rizado seguía dándole la espalda pero eso no significa que no haya escuchado cada palabra que el menor citó, al contrario, puso atención a cada detalle, a cada palabra que salía de la boca del castaño.

-¿Por que?- preguntó Finn entre dientes, parecía un poco más tranquilo.

-Porque te amo...- soltó su mano.- por favor entra a la casa y hablemos, sé que todo tiene solución.

Hubo una largo e incómodo silencio entre ellos.

-Escucha, se que estás enojado, y lo entiendo, créeme, estás en todo tu derecho de estarlo pero Finn, no estás en condiciones de salir tú solo allá afuera. Te pido que entres a la casa, vamos con la trabajadora social mañana y, si es lo que quieres, desapareceré de tu vida.

El rizado se giró para poder mirarlo.

-Eramos adolescentes Jack, no me enoja que te hayas acostado con prácticamente todo el colegio; me enoja haber sido tan estúpido como para lastimarme a mi mismo, sólo por ti, ¿entiendes?, me enoja el hecho de que me intenté suicidar por una persona a la cual no le importaba.

-Pero si me importas.

-¿En ese entonces te importaba?, se honesto.

-Ese no es el punto.

-Es exactamente el punto. Era tan inocente, tanto que podías moldearme a tu gusto pero ¿sabes que?, eso se terminó.
Iré contigo con la trabajadora social y después de eso no quiero que te vuelvas a acercar a mi, ¿entiendes?

-Lo hago. Hazme un favor y entra a la casa, hace mucho frío.

(...)

Los dos se encontraban sentados en la pequeña sala de espera de aquella oficina, las manecillas del reloj en movimiento era el sonido que predominaba en esa angosta habitación.

Zorra 2- Fack                              [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora