Zorra 2- Fack [EDITANDO]

07

Llamando "Sophia"

-Hola Jack.- contestó.

-Hola Sophia. Escucha, estoy preocupado.

-¿Por que?, ¿todo está bien?

-¿Recuerdas que Finn tenia sueños que en un futuro se hacian realidad?

-Si, ¿que pasa con eso?

-Me contó sobre dos, los cuales me preocupan.

-¿De que se trataban?

-Me dijo que estaba en cama inmovil y sin expresión, ¿y si es sobre la amnesia?

-Mierda. ¿Te dijo algo más sobre ese sueño?

-Me dijo que yo le gritaba que se quedara. Sophia, tengo miedo de que esto pase en realidad.

-Dijiste que te dijo dos, ¿cual es el otro?

-Creo... Creo que soñó con Nick.

-¡¿Que?!, ¿que tiene que ver ese idiota con Finn?, estuvo desaparecido de su vida.

-Lo sé. Dice que lo estaba subiendo a un auto. No quiero que se lo lleve.

-¿Por que se lo llevaría?, no tiene el derecho.- me froté la cara.

-¿Sabes que?, te llamo más tarde, necesito pensár.

-Bien, los veo luego.

Llamada finalizada

Entré y me dirigí a la habitación. Busqué a Finn, al toparme con el, lo encontré sin camiseta, solo con pantalones. Tragué saliva nervioso.

-Eh... ¿Estas listo para dormir?- asintió.

Comencé a sentír un bulto en mi pantalón, mierda.

-¿Estás bien?- asentí nervioso.

-No puedo, lo siento.- me lancé a besarlo.

Correspondío pero no iban tan rápido como yo.

-Jack...- dijo en mi boca.- Jack, despacio.

-Lo siento.- dije jadeando.

Lo lancé a la cama, me miraba nervioso. Me acerqué a el, me senté sobre su regazo, tomé sus muñecas y le alcé los brazos.

-Espera.- susurró.- ¿que estás haciendo?

-Déjame hacerlo.- comencé a dejar pequeños besos en su cuello.- ¿te gusta?- lo miré y asintió.

Bajé hasta su pecho dejando pequeños moretones, después de eso a su pálido  abdomen, ahí fue cuando comenzó a dar pequeños gemidos.
Pude notár un bulto en su pantalón. Estaba nervioso, se podía notar en su respiración, agitada y pesada.

Comencé a masajear ese bulto en su pantalón, lo que probocó que arqueara la espalda.

-Jack...- susurró a tono de gemido.

Me deshice de su pantalón y junto con el sus boxers. Me quité la camiseta y el pantalón quedando totalmente desnudo.

-Avisame cuando quieras que pare...- susurré y el asintió.

Puse sus piernas sobre mis hombros. Amaba esa mirada nerviosa pero a la vez me pedía a gritos que lo hicera.

Entré poco a poco en el. Dió pequeños gemidos de dolor.

-¿Estás bien?- pregunté jadeando.

-Sigue...- dijo, de igual manera, jadeando.

Comencé a intensificár los movimientos, haciendo que esos gemidos de dolor se convirtieran en placer.