Zorra 2- Fack [EDITANDO]

30

1 semana después...

Estaba en la barra intentando terminar esa margarita, la cual llevaba más de una hora intentando descifrar si a esta bebida le ponen margaritas de verdad o solo es un simple nombre artístico para llamar la atención.

Sentí una mano tocar con suavidad mi hombro, al girarme me encontré con un chico rubio, el cual tenía dos caballitos de tequila en la mano.

-Hola.- exclamó cerca de mi oído intentando sobrepasar el nivel de la musica de dicho lugar.- ¿como te llamas?

-Soy Jack, Jack Dylan Grazer.- exclamé. Me extendió su mano a modo de saludo y correspondí.

-Me llamo Christian Griffind.

-Un gusto.

-Escucha, iré al punto, me pareces muy atractivo, me gustaría invitarte un trago.

-Gracias amigo, pero estoy apunto de casarme.

-¿Ah, de verdad?, y que haces tan solo en un bar a media noche.- se sentó junto a mi.

-Mi prometido salió de viaje, solo vine a tomar algo.

-¿Prometido?, entonces eres gay.- reí.

-Son demasiadas preguntas ¿no crees?

-Bueno...- me dió el diminuto vaso lleno de alcohol.- a mi no me gusta quedarme con dudas.- chocó su vaso con el mío y lo bebió por completo, al igual que yo.

(...)

Me lanzó hasta la pared, colocó ambas manos en mis mejillas y comenzó a besarme de una manera intensa.
Como lo habrán imaginado, estaba demasiado ebrio.
Introdujo su mano en mi pantalón mientras me besaba, comenzó a masajear mi parte íntima justo por arriba de mi ropa interior.

-No, no espera.- lo alejé.

-¿Que pasa?

-No puedo hacerlo, lo siento.

-Vamos, no tardaré mucho...- me sentó en la cama, bajó la cremallera de mi pantalón y se puso de rodillas junto frente a mi.

Me había quedado inconsciente antes de que el comenzara.

Al despertar, me encontraba recostado en un sofá y vestía con una bata rara de hospital.

-Carajo.- reaccioné adolorido debido a la fuerte migraña que estaba experimentando.

Intenté localizar Crhistian pero no estaba en la habitación.
Me levanté, el lugar estaba literalmente vacía, lo único que se encontraba ahí, era el sofá en el que estaba recostado.

-¡Despejen!- escuché detrás de mi.

Al girarme para ver de que se trataba, noté a Finn, estaba en una camilla de hospital con doctores y enfermeras a su alrededor, tenía los ojos abiertos pero este parecía no reaccionar.

-¿Finn?- susurré con los ojos cristalizados y me acerqué poco a poco.

Al parecer lo estaban reanimando.

-¿Finn?- lo tomé de las mejillas y coloqué su frente contra la mía.- ¿que le hacen?- pregunté a los doctores pero ninguno me hacía caso.

De pronto todos dejaron de reanimarlo, lo miraron y se acercaron a el para quitar todos los tubos con los cuales podía respirar.

-¿Que pasa?, ¡¿que pasa con el?!- grité.