Zorra 2- Fack [EDITANDO]

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(...)

Empujé con fuerza la puerta que me impedía el paso hasta Wyatt. Estaba sentando y su pequeño hijo estaba durmiendo en sus piernas.

-¿Como están?- se frotó sus ojos rojos y llorosos.

-Aun no lo se. Ya pasó más de una hora.- a su hijo le acomodó el cabello tras su oído.- cariño,- susurró.- cariño, saluda al tío Jack.- se levantó adormilado y se dirigió a darme un abrazo.

Lo cargué y segundos después se había quedado dormido en mi hombro.

-¿Por que lo trajiste?- pregunté.

-No tenía a nadie con quién dejarlo.

-¿Sophia?

-No lo se, no responde el celular.

-Familiares de Finn Wolfhard.- llamó el doctor.

-Aquí estoy.- me acerqué.

-¿Es usted familiar?- asentí.

-Ah, es su herma...

-Esposo.- sabía que si decía novio no me iban a decir nada.

-Sufrió un fuerte impacto en su cabeza. Por lo que vi en su archivo sufre de amnesia.- asentí.- talvez con este impacto empeorará.

-¿Está despierto?- negó con la cabeza.

-Respira pero sigue sin reaccionar.

-¿Coma?- pregunté con un nudo en mi garganta.

-No, no, es solo un desmayo, despertará.- se intentó ir.

-¡Espere!- gritó Wyatt.- ¿que hay de mi esposo?, ¿como está?

-Cual es su nombre.

-Jaeden Lieberher.- comenzó a revisar en su carpeta.

-Jaeden.- revisó la carpeta de nueva cuenta.- el impacto fue fuerte, tiene algunos huesos rotos, tenemos que cuidar que no haya una hemorragia cerebral debido a el fuerte impacto pero si se tiene el cuidado suficiente estará bien.

-Bien, gracias.- dijo.

Noté que Austin se estaba despertando, así que comencé a arrullarlo para que no lo hiciera.

-Yo me quedaré con el.- dije.

-No Jack, tu tienes que estar con Finn.

-Si, y tu con Jaeden.
Me lo llevaré, pasará la noche conmigo y mañana temprano venimos, si pasa algo me llamas.

-Está bien. Después me lo llevaré yo ¿si?- asentí.- bien.- se levantó y cargó al niño.- Austin, cariño te irás a casa del tío Jack ¿ok?, te traerá mañana.- asintió adormilado y le dió un pequeño beso en su cabellera.

-¿Estás listo campeón?- lo cargué de nuevo.

Tomé una mochila en la que al parecer tenía ropa.

-Te puedes llevar el auto de Jaeden.- asentí.

-Esta bien.

-Cuidalo.- dijo.

-Lo haré.- sin más me di vuelta y comencé a caminar hasta la salida.

Al llegar al auto, recosté al pequeño en la parte de atrás y me quité la chaqueta para cubrirlo con esta.

-Te cuidaré,- susurré para evitar despertarlo.- como a mi vida.

Me dirigí a la parte de adelante y comencé a conducír.

Lo podía vigilar por el espejo retrovisor, estaba calmado y muy, muy dormido.

Al llegar, lo cargué para poder bajarlo del auto y así entre a la casa.