Capítulo 6*

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Después de cenar y pasar un rato con mis padres decido subir a mi habitación. Mañana hay clases, son las diez y media y aún no tengo sueño.

-Estupendo...-Murmuro al entrar en mi habitación.

Cierro la puerta. Me dirijo a mi armario lentamente para ponerme el pijama. En cuanto me lo pongo mis músculos, algo tensos, se relajan. Me acerco a la ventana y observo las estrellas que brillan en la oscuridad de la noche. 

Me apetece salir, dar una vuelta y sentir el aire fresco. Tal vez me resfríe ya que el pijama que me he puesto es el de verano (que consiste en un pantalón corto ligero y una camiseta de manga corta ligera, ambas prendas con estampado de rayas negras y blancas). Observo el árbol junto a mi ventana, está algo torcido así que podría bajar por él, el problema sería al subir. Bueno, no importa.

Rápidamente me pongo las converse y me dirijo a la ventana, me giro para observar mi habitación. Tengo que hacer parecer que estoy en la cama, si mis padres se enteraran de que me he escapado...

Cojo los peluches y los coloco en la cama intentado que parezca que hay una persona, tapo los peluches con la colcha y apago la luz. Me dirijo hacia la ventana y miro de nuevo la habitación, espero que mi madre no se acerque demasiado a la cama. Salto enganchándome en la rama torcida y bajo, con más facilidad de lo que pensaba. Me apresuro en alejarme de mi casa.

Pensaba que iba a hacer más frío, puesto que estamos en primavera aún, pero solo corre una pequeña brisa de aire fresco. Pero eso es lo menos importante en este momento, lo importante es que le he montado un espectáculo a Max sin ser nada. Habrá pensado que estoy loca, y encima, la pandilla de Bowers se lo ha pasado de miedo justo en primera fila. Para rematar está ese sueño en el que besaba a Henry, ¿se puede saber en qué demonios estaba pensando? Agradezco que solo fuera un sueño, aunque siendo sincera, es guapo, antipático pero guapo.

Cuando me doy cuenta me encuentro andando por el camino de tierra y a lo lejos diviso la casa del sheriff. Continúo caminando. Todas las luces están apagadas excepto una tenue luz que asoma por una ventana, parece la luz del televisor. Me escondo tras un árbol al ver a Henry aparecer. Este se adentra en la casa. Pasados alrededor de quince minutos la luz de una habitación en la parte de atrás de la casa se enciende. Me dirijo detrás de la casa para ver mejor, claramente sin dejar de camuflarme entre los árboles.

Ahí está. Este se lleva las manos a la cabeza agarrándose del pelo, no logro ver su rostro pero supongo que está enfadado. Cuando aparta sus brazos de su rostro suspira y se tira sobre su cama boca arriba. Este comienza a jugar con una navaja, sacando y metiendo la cuchilla.

-¿Qué estás haciendo aquí?-Escucho una voz masculina detrás de mí.

Me giro inmediatamente. Me quedo paralizada al ver a Patrick. Este se acerca con rapidez, me coge del brazo y me lleva más a parte para después soltarme con brusquedad.

-¿Sabes qué te habría ocurrido si te hubiera pillado otro de la pandilla? Bien, yo te lo diré, ¡estarías jodida!-Exclama.-Está bien, volveré a repetirte la pregunta, ¿qué estabas haciendo ahí?

-Sólo he salido a pasear porque no tenía sueño y cuando me he dado cuenta estaba ahí. No sé qué me ha pasado.-Digo algo asustada.

Este suspira y suelta una pequeña risotada.-Ya, claro, de repente estabas  ahí, espiando a Henry.

-No lo estaba espiando.-Digo rápidamente.

-¿Ah no?¿Entonces qué estabas haciendo?-Me mira con expresión burlona.

-Estaba...-Me quedo callada por un momento pensando en qué demonios estaba haciendo ahí.-Estaba...

-Da igual no hace falta que digas nada.-Habla negando con la cabeza.-Mira, eres una de las pocas personas que me caen bien, no sé si es porque tienes las narices de plantarle cara a Henry y eso me resulta divertido o porque te peleaste con el estúpido de Max, he intentado cubrirte un poco pero si te llegas a meter en este tipo de problemas no podré echarte una mano.-Gruñe.

-¿Porque te caigo bien o porque Max es prima de Karen?

-¿Max te ha contado eso?-Frunce el ceño y aprieta los puños.

-Puede ser.-Digo arrepintiéndome de haber dicho eso.

-Porque me caes bien.-Gruñe respondiéndome a la pregunta.-Podría pegarle una paliza a Max si yo quisiera porque lo que Karen y yo tuvimos terminó hace mucho.

-¿Estuvisteis juntos?

-Sí...-Permanece mirando al suelo por un momento, después se da media vuelta y pone rumbo hacia la casa de Henry.-La próxima vez escóndete mejor si quieres espiar a Henry.

  《Bueno preciosa, suficiente aire fresco por hoy...》 Se burla mi subconsciente.

Miro mi reloj, 00:25a.m. . Está bien, es hora de volver a casa. Me apresuro en volver, escalo el árbol, me adentro en mi habitación, pongo los peluches en su sitio y me adentro en mi cama.

Al fin y al cabo Patrick es un buen chico, no sé por qué se comporta mal con el resto de los adolescentes. Henry es un capullo, lo lleva en las venas, pero Patrick... no entiendo su comportamiento. Tal vez sea por culpa de Karen, o a lo mejor tiene problemas en casa. Espero poder llevarme mejor con él algún día y que tengamos la suficiente confianza para que me cuente qué le ocurre. Tal vez también me cuente cosas sobre Chris, Belch o incluso sobre el "machote" antipático de Henry.

   《Y después te despiertas.》 Se burla de nuevo mi subconsciente.

Por otro lado no quiero encontrarme mañana con Max. No me apetece escuchar más escusas tontas porque sé que eso me hará enfadar aún más.

-Está bien, demasiadas reflexiones por hoy. Será mejor que me duerma.-Me digo para mí misma.

Me acomodo y cierro los ojos intentando conciliar el sueño, que por cierto, no tarda demasiado en apoderarse de mí y dejarme completamente en los brazos de Morfeo, como se suele decir.

Srita BowersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora