-¡Miranda!, espera- era la voz de Keith me quedé parada, escuchaba mi corazón latir, volteé, -Qué bueno que te encuentro, quería saber si esté viernes podemos ir a cenar-
-No puedo- observe al piso
-¿Estás bien?-
-Si, todo bien- alce la mirada y le sonreí, saqué mi celular y ya era muy tarde para el ensayo de la obra, -Keith me tengo que ir-
-¿A dónde vas?-
-Al ensayo de la obra- me despedí de beso y salí corriendo.
-Señorita Miranda, apúrese, sabe que no puede llegar tarde- subí las escaleras del escenario y por un segundo observé al rededor,
-¡Cuidado!- Emiliano me estaba agarrando el brazo
-¡Suéltame!- le quite mi brazo y camine hacia mi lugar.
Llegué a casa como siempre, Keith estaba sentado en las escaleras que daban hacía la puerta principal, -Keith, ¿Qué haces aquí?-
-Le pedí tu dirección a Scarlett, mmm...- puso una de sus manos en su nuca, -¿Quieres dar una vuelta?- mis ojos se quedaron como una plato y mi corazón latía a todo lo que daba, -Sólo dejo mis cosas-
