Al despertar, mi dolor de cabeza era intenso, bajé lo más rápido las escaleras, -¡Miranda!- al ver a Emiliano me quedé en shock, pero al observar su cara estaba igual que la mía, -¿Qué haces aquí?-
-Y ¿tú que haces sin ropa?- al verme subí lo mas rápido las escaleras y me puse una sudadera y un short, en cuanto iba a salir Emiliano estaba caminando hacia mi cuarto con el desayuno y unas pastillas, -Emiliano, no tenías que hacer esto-
-Sólo tomate las pastillas y disfruta el desayuno- me dió un beso en la frente y se fue. Me quedé todo el día en mi cuarto, pensando porque Emiliano era diferente conmigo.
-Deberías de invitar a Emiliano a la feria, yo les pagó todo-
-Teresa, tengo exámenes y no puedo ir a la feria-
-Vamos, anímate, no puedes estar encerrada en tu cuarto-
-Bien, pero sólo un rato- después de acabar la cena me fui a la sala a ver la tele, -Miranda, ¿por qué no me dijiste que Emiliano es tú novio?-
-No es mi novio-
-Esto me dice lo contrario- al voltear, Teresa tenía la envoltura de un condón abierto, sentía como me ponía toda roja, Teresa nunca debía de enterarse que ya no soy virgen, -Me da gusto que se cuiden, pero por favor no dejes las envolturas por todos lados- después de que Teresa se fuera agarré mi celular y le marqué a Emiliano, -Miranda, es muy raro que me hables-
-¿Qué pasó ayer?-
-Pues estuve con Teresa platicando-
-Eso no, después de que Teresa se fue-
-Me llevaste a tu cuarto, tomaste y lo hicimos- me quedé en silencio, nunca lo hacía tomada, pero la envoltura del condón lo decía todo, -Buenas noches- colgué.
