Emiliano
-Miranda, ya deja de tomar-
-Emiliano, no seas tan aburrido, mejor vamos a bailar- me pare a bailar con Miranda, cada movimiento de Miranda era sensual, me gustaba mucho como se movía.
Llegamos al hotel, Miranda apenas podía caminar, fui por un vaso de agua, -Miranda, tomate esto- le dio varios sorbos y aclaró la garganta para poder hablar, -Mi padre se fue cuando tenía 3 años- me quede con los ojos como plato, quería saber mas de Miranda, ¿Cómo fue su primera vez?, ¿Porqué no le dice a Teresa "madre"?, ¿Porqué la mayoría de las veces es tan fría?, ¿Si alguna vez le rompieron el corazón como a mí?, pero esta madrugada no era la indicada, la acosté y me quedé sentada a lado de ella, le acaricié la cabeza.
Desperté, Miranda aún seguía dormida, salí de la habitación y fui a la farmacia por un pastilla, de regreso me encontré a Teresa, -Dile a Miranda que nos vamos el lunes-
-Claro- seguí caminando y vi a muchos de los familiares de Miranda desayunando y a otros en la alberca, -¡Emiliano!-
-¡Dios Miranda!, ya te llevaba el desayuno- me agarro la mano mientras decía -Vamos a sentarnos-
