Baje, escuché risas, no tenía duda de que Teresa le estuviera contando a Emiliano sus aventuras de adolescente, entre a la cocina, agarré un muffin
-Buenos días Miranda- puse los ojos en blanco, odiaba mucho la voz de Emiliano, -Buenos días-
-Miranda, ven a desayunar con nosotros, hoy no quiero que vayas a la escuela, quiero pasar un día con Emiliano y contigo- a Teresa no le importaba tanto si iba a la escuela o no, -No gracias Teresa, voy a salir con alguien, diviértanse ustedes- observé que Emiliano apretó la mandíbula y trago saliva, salí de la cocina y agarré mi mochila, subí al carro.
-¡Miranda!- era Keith saludándome a lo lejos, una sonrisa se me salió, -Estás lista para al rato-
-Claro Keith, te llevaré en dónde aprendí a bailar-
-Suena excelente, te veo al rato- fui directo a clase de filosofía, no me gustaba tanto esa clase, siempre el profesor hacía una pregunta existencial y todos daban sus opiniones, Zac iba conmigo en esa clase, pero siempre se sentaba a lado de Ana y toda la clase Zac la hace reír, después de un tiempo me quedé pensando en que estarían haciendo Emiliano y Teresa, no dudó que Teresa le esté coqueteando a Emiliano.
-Mir... Miranda-
-Dime Mir si quieres-
-Pero odias que te digan Mir-
-Keith, mejor ya vámonos- al llegar a la disco, el olor a pulque me hizo recordar los momentos en los que venía con Jack, él me enseñó a bailar, recuerdo que éramos mejores amigos pero él se tuvo que ir, ya que su padre había conseguido un trabajo en Nueva York.
Al día siguiente desperté con un dolor de cabeza, abrí los ojos, me senté rápidamente, no era mi casa, tampoco la de Zac, ni la de Scarlett, me pare de la cama y agarré mi sudadera, en cuanto abrí la puerta Keith estaba en el pasillo, con un vaso de agua, -Ten, dice mi mamá que te las tomes- fruncí mi ceno y puse la boca de lado, -Miranda, anoche tomaste demasiado-
-¿Porqué me trajiste a tu casa?-
-No sabía la dirección de tu casa y en tu celular no encontré el número de algunos de tus padres- me tragué la pastilla, -Mi padre se fue y Teresa es mi madre-
-Ahora que lo pienso no sé mucho de tu vida-
-Keith, me tengo que ir-
-Si está bien, ¿Quieres que te lleve?-
