-Miranda, ¿Porqué no viniste ayer?- sabia que la mayoría se percataría de mi ausencia.
-Fue la boda de una de mis tías-
-Vaya, supongo que te la pasaste bien-
-Creó que sí, pero sabes Zac, no me acuerdo de mucho, lo único que recuerdo es que estaba platicando con Emiliano- tocaron el timbre para ir a clases, -Te veo al rato Zac- nos despedimos de beso, cerré mi locker y fui directo a mi clase de literatura, -Bien chicos hoy les haré examen- es cierto, olvide por completo leer el libro, todo por Emiliano, observé a mi al rededor, Keith me estaba observando y cuando mi mirada fue directo a su rostro me sonrió, le devolví la sonrisa y en voz baja le dije -No leí el libro- Keith frunció el ceño, -Es enserio-
-Señorita Miranda, me podría decir ¿Quién obligó a la hija menor a matar al esposo de su hermana?- me quedé observando a la maestra, le hacía falta una depilada en sus cejas, mientras la observaba mis manos estaban sudando, esperaba que Keith me dijera la respuesta pero al conocerlo no me la diría, Keith una vez me dijo que no le gustaba leer libros que dejaban en la escuela, ya que se le hacían muy aburridos, -Señorita Miranda, la estoy esperando- me mordí el interior de mis cachetes y aclaré mi garganta para poder hablar, -No leí el libro- la maestra se sentó en el escritorio para anotar algo, y justo antes de sentarme escuché mi nombre, -Miranda, retírese de mi clase- las miradas de todos estaban sobre mí excepto la de Keith, Keith sabía que odiaba que me vieran cuando un maestro me mandaba por reporte o me pidiera que me callara o en esté caso que me sacaran de la clase, agarré mi mochila y salí del salón, mientras iba al baño escuché la voz de Emiliano, -Miranda-, volteé a ver y estaba sentado afuera de la oficina del director, -¿Porqué no estás en clase?-
-La maestra de literatura me sacó-
-Oh ya, sabes me divertí mucho en la boda de tu tía-
-No menciones nada de ese día- me di la vuelta, -Miranda, ¿crees que podamos hablar?- la voz de Emiliano no era la misma, su voz se escuchaba apagada.