Después de conversar con la Anto sentí que me quito un peso de encima, me siento más relajada y más segura de mi misma, quizás por algo es que habíamos terminado antes, el destino.
Ya, pero hablando enserio, tiene razón, no tengo que demostrarle nada ni a él ni a nadie, y que simplemente tengo que seguir adelante porque no vale la pena hecharme a morir por un pico, cuando hay cientos y cientos de ellos. Lo bueno es que ahora estoy en campaña de "superación y aceptación", es decir, me soltare las trenzas para ver si lo supero y de paso comerme cada wea que me pase por al frente, más encima la Anto me incentiva para ir por el mal camino, me dice y la cito.
"Mientras no encontrai tu media naranja igual tení que pensar que hay caleta de frutas ricas en la feria, tení que probarlas todas para estar segura que lo que te conviene es una naranja y no un plátano".
Total si dicen que soy linda y volas vamos a aprovecharlo, tengo que creerme en cuento no más, aparte estuve todo este tiempo deprimiendome, llego el momento de disfrutar mi juventud sin estar atada a alguien, solo a mi misma.
No puedo estar toda mi vida escolar detrás del Seba, estuve y puta, estoy enganchada de él y estarlo no resultó nada bueno, nunca me atreví ha decírselo directamente y cuando lo hice, dejo la zorra, pero yo no lo perdí a él, él me perdió a mi.
Ojala disfrute con la culia esa, va a ver que perdió la media mina y a su mejor amiga.
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Camino por las heladas calles de Santiago, tengo hasta calzones de lana y estoy caga de frío, los mocos ni si quiera logran salir de mi nariz porque se esconden del puro frío, apresuro el paso hacia mi casa antes de que el frío me mate o me maten, lo lindo de ser mujer. Tuve que ir a la casa de la Anto para hacer un trabajo de física y de pura porfia que soy ahora estoy caminando, me ofrecieron traerme pero no quería molestar, igual esta un poco lejos pero caminar no le hace mal a nadie, así hago ejercicio, aunque sean las 11:30 de la noche. Mentiría si dijese que no tengo cuco, porque lo tengo y mucho.
Soy una cobarde y enrollenta, estoy escuchando pasos pero me volteo y no hay nadie. Son puras películas mías.
Se que me acerco a mi casa cuando veo a lo lejos la del Seba, el drama de vivir como a dos cuadras es que siempre me lo encuentro, hasta pa ir a comprar pan, que paja pasar por al frente pero pico, total es su casa no más, estoy siendo colorienta porque no creo que me lo encuentre justo ahora, sería demasiada mala cuea, y una mala jugada de la vida.
Estaba llegando a su casa cuando la reja de su casa se abre y sale su mamá, más linda la tía. Apenas me ve me saluda y se acerca para darme un fuerte abrazo el cual le respondo.
—¿Cómo está mi niñita? Tanto que no la veo, ya la extrañamos en la casa —la veo y me dan weaitas en la guata, tiene los mismos ojos que su hijo.
—He estado ocupada tía, pero pronto la vendré a ver para que veamos la novela —me sonríe de una manera tan sincera que me da pena pensar que ya no podré ir, na que ver estar en su casa cuando estoy peleada con su hijo.
—Ya mi niñita, se me cuida y vayase rápido para la casa, salúdeme a su mamá —Se despide de mi y vuelve a entrar a la casa dejándome sola en la oscuridad.
Con melancolía sigo mi camino hasta mi casa, sin pensar que la suerte no está de mi lado.
Levantó mi vista para encontrarme con una weona alta y de carnosos labios mirándome con aires de grandeza. Éxito, justo lo que quería.
Sin darle mayor importancia sigo caminando y con la cabeza bien en alto, chocando con su hombro cuando paso por su lado, para que sepa que no le tengo miedo, tendré que quemar mi ropa ahora, me pega todos sus germenes.