Namber Ten

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¿Qué wea?

La Anto me agarra del brazo y me arrastra escaleras abajo, me mete en la cocina y cierra la puerta echando a todos los que estaban dentro, quedando las dos encerradas.

—Puede ser que, quizás me haya comido con un mino con polola y ahora ella quiera sacarme la mierda —ahhh piola —En mi defensa no sabia que tenia polola, tú sabes como soy, así que... ¿Vienes conmigo o huyo sola? Decide tú.

No me toma ni tres segundos pensar en la respuesta.

—Viremonos de aquí —agarro una botella de vodka que estaba encima del mesón cerrada y lentamente abrimos la puerta, la Anto asoma su cabeza y en menos de 10 segundos íbamos metidas entre la gente para llegar a la puerta y poder irnos.

Me causa curiosidad eso si, saber que clase de minas quieren pegarle a la Anto, porque esta weona es chora y no se deja intimidar ni nada.

La puerta está ahí mismo, estamos por llegar cuando una muralla se gana al frente de nosotras impidiendonos el paso. Levanto mi cabezita para encontrarme a la weona más grande que mis ojitos habían visto antes.

Me cague po.

Ya veo porque la Anto estaba asustada.

Me quedó tan en shock que ni escucho lo que ella le dice a mi mejora, en un movimiento la Anto me agarra de la mano y salimos las dos corriendo de aquella casa.

Atrás nos persiguen como 10 minas, igualitas a troncha toro, la Anto es chora pero no weona, yo menos po, si soy más cobarde, con cuea pelee contra la Antonella, alias mordor y me voy a andar peleando con estas morzas. No no no.

En cada cuadra que pasamos nos vamos soltando dejando el miedo atrás y trayendo la risa, abro la botella y mientras corrimos le damos sorbos. Si antes ya estábamos pal pico de curas ahora estamos peor.

—¡Corre culia! —me grita la Anto mientras corremos por la calle sin rumbo alguno, estoy caga de la risa y estoy que me meo, no es buena combinación literal, corremos por nuestras vidas.

Corro lo mas rápido que puedo junto a la Anto hasta que llegamos a una pequeña plaza llena de árboles, ganamos ventaja en la corrida así que tenemos un par de minutos hasta que lleguen a donde nosotras.

—¿Qué hacemos ahora? —me pregunta la Anto a mi lado dándole un sorbo a la botella.

Piensa Edén, piensa.

Miro los árboles y la idea más weona e inteligente llega a mi cabeza.

Miró los árboles con cara de lunita y la Anto me cacha de una.

Cagas de la risa, con el alcohol en nuestro sistema y la adrenalina subimos un árbol cuidando la botella, nuestro elixir de la vida.

Conchetumare me voy a mear.

—Callate culia —me dice la Anto caga de la risa como yo mientras sube por una rama, para no reírme comienzo a tomar del delicioso vodka.

—Eden, ven —me grita susurra desde arriba del árbol, como perkin la sigo con cuidado de no dejar caer ni mi celu ni la botella de vodka, ¿Quién diría que una noche de puteria terminaría corriendo por la calle con mi mejora huyendo de unas tipas locas?, cuatico.

Llego a la copa del árbol y veo como mi mejora salta del árbol al techo de una casa al puro estilo gatuela, le doy los últimos sorbos al vodka hasta dejar la botella vacía .

Desde aquí arriba puedo ver como las weonas nos buscan a la vez que nos suben y bajan a chuchas, la valentía me llega y dejo la botella apoyada en una ranita.

MejoroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora