Namber six

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Conchetumare.

Desde que escuche esas palabras me cague entera.

El Seba esta mirándome fijamente y súper serio, tiene una cara de moai enorme, igual se ve rico.

—Sorry pero justo ahora no puedo —huyo como cobarde, no creo estar preparada para enfrentarlo.

Pero como escena de película cliché, me afirma del brazo y me arrincona contra la pared.

Se me paraliza todo.

—Edén — Su voz salio más ronca de lo normal y con su tono serio hizo magia en mi cuerpo.

Me calenté.

—Lamento decirte que enserio ahora no puedo —Intento safarme pero él vuelve a arrinconarme, si alguien nos ve así se pasarían ene rollos.

—Edén, estoy hablando enserio —Sus ojos mieles me miran de una forma intensa, ay me pongo nerviosa.

—Bueno —mi voz sale débil, siento que si hablo no me saldrá la voz, tenerlo tan cerca altera por completo mis hormonas.

—Desde siempre me haz gustado, pero prefiero tenerte siempre a mi lado como amiga, que perderte por haber terminado otra vez, no lo podría soportar —Se lame los labios y ahhh mi vista viaja altiro a ellos —Aparte me conoces, soy inestable en ese sentido, tú mereces a alguien mejor que yo, por eso decidí alejarme.

¿Me estai weando?

He esperado tanto para que confesara que le gusto y ahora que lo hace, tiene un sabor tan amargo que ni siquiera lo puedo disfrutar.

—No soy una niña a la cual tengas que proteger, ya estoy bien grandecita para que lo hagas, mi problema es... Que te metiste justo con la weona que me cae mal, de todas las mujeres que hay que el mundo tú la elegiste a ella, ¿por qué? —pase de estar nerviosa a estar dolida, realmente me duele el hecho de que por su cobardía tenga que pasar esto.

Me queda mirando en silencio, ahora que le dije todo se queda mudo, linda la wea.

—Porque fue el camino más fácil —ahora si quiero llorar.

Mátate

—¿Estas escuchando lo que dices?, Eres un cobarde Sebastian, por último yo me arriesgue pese a todo, eso demuestra lo que me importas, no como tú que huyes y más encima te metí con ella.

Me iba a responder cuando escuchamos un grito, ambos volteamos a ver y es la inspectora que se acerca a nosotros con la media cara.

—Jóvenes, no es lugar para hacer estas indesencias, estamos en un establecimiento educacional, más respeto —me mira y le cambia altiro la cara —¿Y usted? La mande a buscar el libro no para que anduviera de suelta, vaya a buscarlo inmediatamente.

Sin decirle nada voy a mi sala en busca del libro, dejando atrás al Seba con la Soa inspe.

Al llegar a la sala me ganó todas las miradas de mis compañeros, algunos se me acercan preguntandome que pasó pero simplemente los ignoro, son entero sapos, quieren puro caguinear, apenas tomó el libro entre mis manos salgos hecha peo a la inspectoria, apenas bajó veo a mi mamá con la media cara de enoja, me va a llegar el medio reto en la casa.

Mi mami firmó unos papeles para mi suspensión y nos fuimos para la casa, en todo el camino no dijo nada, ni música puso y eso que a ella le encanta poner a maluma en el auto, este ser ya no es mi mamá, es un ente demoníaco.

Nos bajamos del auto y la seguí como perrito faldero, abre la puerta y me hace pasar primero, mis piernas tiemblan y espero lo peor.

Y si que llego.

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