|1| Tinkerbell Y Las Geo Hadas «|Terminada|»

Capítulo Mágico 14✨

—Por favor..— oyó el audible susurro de alguien buscando socorro y observó entre la poca luz y el intenso frío que se sentía.

—¿Hay alguien por aquí?— habló en alto esperando respuesta.

—A-Ayudame... Por favor...— el hielo no resistió más y colapso, dejando caer a Crystalleder aún en la red a las congeladas y profundas aguas del lago.

—¡Resiste!— Lord Milori se dejó caer de rodillas cerca al gran agujero, del cual había provenido aquella voz. —No quiero que tus alas toquen el agua, una vez la saque de allí llévanos lo más rápido que puedas al palacio, ¿Entendido?— la lechuza revoloteando asintió y se preparó. —No resistirá mucho, ni nosotros resistimos, estás aguas son demasiado heladas—

Sin pensarlo dos veces quito su capa y se lanzó al fondo del helado lago. Una vez allí, logró tomar el brazo de Crystalleder y subir a la superficie con ella. Con pudo, con ayuda de la lechuza logró sacarla. La lechuza con su pico rasgo la red que traía encima.

—V-Vamos...— Milori la cargó en brazo, cubriéndola con la capa, sin darse cuenta de su vestuario.

Una vez allí, entrando en el palacio, tomó varias hojas y demás, materiales que le ayudarían, capaz, entre otras cosas, para secar a la nueva y pequeña hada. Vio que sus alas estaban muy mojadas así que decidió extenderlas, cada una con cuidado, siendo abrazadas por su gran capa. Tomó hojas para cubrir el cuerpo de la pequeña pero cuando lo observó su rostro cambio a uno de sorpresa.

—¿Puedes abrigarla? Tus alas le darán más calor— la lechuza asintió y se posó cerca a ella, abrazándola con sus emplumadas alas, proporcionándole buen calor. —Esta chica no es un hada del invierno, pero tampoco es un hada cálida— susurró para el mismo, viendo el rojo vestido, el largo cabello negro, los finos zapatos, y su pequeño y rosado rostro, ahora pálido por el frío. Se agachó a su altura, donde estaba ella acostada y susurró —Te vas a mejorar, lo prometo, tan solo se fuerte—

.......

TinkerBell y sus amigas volaban lo más rápido que podían, ya era media noche, casi todos dormían, excepto ellas.

—Hace demasiado frío, Tink, ¿Crees que aún siga allá?— preguntó Vidia.

—Claro que si, por nosotras ella está allá, debemos salvarla— comento Tink, ajustando su chaqueta, guardando sus alas. —Bien, guarden sus alas. Ella no debe estar lejos—

Una vez dicho esto todas guardaron sus alas y cruzaron lentamente la zona fronteriza. El frío chocó contra sus finos rostro haciendo que una oleada abrumadora les recorriera el cuerpo.

—¿Ven algo, chicas?— susurró Fawn.

—¡Encontre algo!— gritó en un susurro Iridessa. Todas corrieron a ver qué era, dándose cuenta de que era el bolso de Crys.

—Tink, hace demasiado frío— Tink las miró a todas y se dio cuenta de que era cierto.

—Mañana continuaremos con la búsqueda— dijo preocupada —Ella... ella estará bien, lo presiento—

Y así, tomaron el bolso con sus cosas y salieron del frío invierno, calentándose en su zona.

—Hablaremos mañana a primera hora con la Reina Clarion, ella puede ayudarnos, hablara con Lord Milori y él, junto con mi hermana, la buscarán— todos asintieron a lo dicho por TinkerBell y cada quien se fue a su casa, muy preocupadas.

......

A la mañana siguiente... Crystalleder se removió, abrazando el ala de la lechuza.

—Raphaelo, no lo haré, volveré a casa... L-La estrella no cruzaré...— susurraba ella dormida. Lord Milori, y la lechuza, quienes se habían despertado mucho más temprano, estaban observándola con calma.

—¿Raphaelo?, ¿La estrella no cruzaré?, ¿De que estará hablando?— miró a la lechuza, está ya confundida cerró sus ojos y se recostó en el palacio, acomodándose en Crys, sin incomodarle a ella.

—¡Sí, jefe Hada!— gritó la chica, asustando a los presentes en la sala. —Que...que...— miró a Lord Milori con cierto sonrojo y nerviosismo —Yo....— cubrió sus brazos dándose un poco de calor —¿Dónde estoy?— susurró viendo a Lord Milori.

—Yo haré algunas preguntas aquí, pero primero— se quito su capa, hecha por finas y flexibles plumas de lechuza ártica, y se la colocó encima a Crystalleder, está agradeció dando un susurro casi audible y envolviéndose en la misma —Yo soy Lord Milori, el líder en este lado del bosque. Cruzaste la zona fronteriza luego de tener ciertos problemas. ¿Que te sucedió, como te llamas, y de dónde eres?, Respóndeme—

La pequeña Crystalleder se sentía intimidada por la voz autoritaria de lord Milori.

—M-Me llamo Crystalleder, no soy de aquí... Yo... Tuve algunos problemas cuando llegue aquí. C-Cruce algo que no debía y ahora... Mis amigas, Jorillen, Georgina... R-Raphaelo.. ellos deben estar buscándome— le miró.

—Te quedarás aquí, en el calor de las lechuzas mientras recuperas tu fuerza, debes tener energía. Te traeré comida, aún faltan algunas dudas que resolver—

—Gracias, Lord Milori...— susurro ella y le sonrió. Él dejó al aire una corta sonrisa y asintió. —Oh, por todos los cielos, que haré ahora...— se dejó caer en el ala de la lechuza pero al darse cuenta reaccionó rápidamente —Lo siento, lo siento, no sabía que estaba contigo, lo siento, pequeño—