Capitulo 13.

10 0 0
                                    


¿La vida es un regalo o una maldición?

Yael por más que intentaba no lograba olvidar el rostro de niño pequeño llorando, eran tan delicado al igual que su cuerpo, todo de él parecía romperse con el menor toque, luego el mismo se contradijo al recordar el tamaño de Venh, era alto y tenia fuerza en los puños, entonces quizá no le golpeaba del todo.

Supongo que todos tenemos días malos y buenos, cada día tienes que levantarte de la cama y buscar la manera de sobre llevar el día, pero ese chico tiene todo en sus manos, dinero a eso se resume todo, tiene a su familia con él y no tiene que trabajar para tener todo lo que quiere.

Yo he tenido que hacerme valer por mi mismo desde muy joven, pero no es un juego para saber quien se hace más la víctima, simplemente intento llevar una vida decente.

Yael se estaba preparando para ir al trabajo otro día más, cuando el sonido de su celular lo desconcertó, era muy temprano, quien le estaría llamando a las cinco de la mañana.

Para su sorpresa era un número desconocido.

¿Hola?, el tono de Yael era muy bajo –

Buenos días, ¿Estoy llamando al numero del joven Yael Valzing? una bonita voz femenina estaba del otro lado –

Soy yo, estoy al habla –

Me presento, soy Clara y trabajo para la señora Dhoner, hoy me a encargado que me encuentre contigo en la entrada de la casa, le tiene una tarea especial para hoy, le pido por favor me espere a su llegada a la casa de los Dhoner –

Claro, la espero al llegar, colgó la llamada –

Yael estaba inquieto durante el camino, tenia inseguridad de que todo fuera una trampa para hablarle de algún otro tema, como lo que paso con Venh o que estuvo mirando al progenitor de la familia, se comenzó a morder las uñas sin darse cuenta, pero no se corto ninguna y decidió dejarlo por la paz y esperar.

Al llegar a la casa de los Dhoner Yael se bajo del auto rápidamente, con la vista comenzó a buscar a la señorita con la que hablo hace más de una hora, entonces miro una cara que no conocía, una mujer de aproximadamente cuarenta años estaba parada con una carpeta en manos y con traje gris formal.

Buenos días, Yael saludo con su mano derecha extendida –

Buen día, joven, es un gusto, sígame por favor –

La mujer que tenia el cabello teñido de rubio comenzó su marcha, camino hasta llegar a un pequeño auto rojo, abrió la puerta y entro en el asiento del piloto.

Entre, por favor, lo llevare al área de trabajo –

Manejo por entre los caminos que tenia el gran terreno de la casa, grandes campos, se rasco un poco el cuello y pensó en todo lo que le hacia falta arreglar, poniendo por primera vez una cara de flojera.

Luego de unos minutos el auto se detuvo y la señora salió del auto, mostrando un enorme terreno de tierra solo.

Este lugar que miras ahora mismo debe estar perfectamente acondicionado para una cancha de fútbol americano en tres días—

Pero –

Sé que tú eres el jardinero, pero la señora Dhoner confía mucho en tu trabajo o eso me comento, quiere que te encargues del pasto de la cancha y decoración de plantas en general, más tarde vendrá el hijo mayor de la familia contigo, él se encargara del acomodo de algunas cosas –

Yo –

Tan joven y el chico tiene tantas responsabilidades, la señora hablo como si fuera alguien que los conociera desde hace mucho tiempo—

Las flores del ayer.Where stories live. Discover now