Capitulo 8.

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Otro día más de trabajo, la noche anterior no había podido descansar bien, gracias a estar un rato en redes sociales, no es que sea muy interesante, pero de vez en cuando responder mensajes le llevaba mucho tiempo.

Durante el camino al trabajo estaba medio dormido, escuchaba música mientras miraba por la ventana, hoy estaba haciendo bastante viento, se podía notar por como los arboles se movían a las orillas de la carretera.

Entonces recordó su error del día anterior, mientras estaba acomodando unas masetas en el cuarto de herramienta.

No debo volver hablar con Nair—

La situación lo tenia en un estado incomodo, pues sabia muy bien que si algún error de esa clase se volvía a repetir estaría en riesgo su trabajo, eso era lo que menos necesitaba.

Se recargo contra uno de los arboles mientras miraba el agua llenar los canales, seguramente es otro niño engreído de mamá, tienen todo y se creen lo mejor del mundo, me encantaría verlos preparar su propia comida o caminar a la escuela.

Yael se quedo mirando uno de los grandes árboles, tenía ramas gruesas por doquier, el tronco era grande y gordo, entonces una buena idea resonó en su cabeza.

Estaba avanzando con su trabajo más rápido de lo que se había esperado el mismo, poco a poco el lugar tomaba forma, aunque el cansancio al igual se hacia notar, Yael esta vez había comprado de nuevo su comida, estaba llevando con él una pequeña mochila negra, en esta guardaba su comida y su celular, así durante el tiempo de comida estaba al pendiente por si llegaba a pasar algo, se preocupaba demasiado por su familia.

Sabía que era la hora de comer cuando miraba a la hermosa chica pasar por los jardines, Arla siempre era puntual a la hora de comer, entonces Yael decidió tomar el mismo horario, la miro pasar por el jardín de nuevo hasta entrar a la casa de empleados, espero a que cerrara la puerta y entonces él también caminó a la casa para tomar su mochila.

Buenas tardes Yael—

Arla parecía tan sonriente como siempre, sus grandes ojos azules brillaban con intensidad y su cabello de nuevo estaba recogido con un bonito prendedor de flor, haciendo juego con el uniforme.

Buenas tardes para usted señorita—

Yael se acerco al mueble donde había colocado su mochila, la garro y se la colgó del brazo derecho y salió de la casa sin hacer mucho ruido.

Se metió al cuarto de herramientas y saco una escalera de metal, de las más largas que tenia el lugar, la cargo en brazos y comenzó a caminar de nuevo con la escalera en brazos, miraba un poco precavido a los lados, que no estuviera nadie cerca.

Luego de caminar unos cuantos metros llego al árbol que miro por la mañana, recargo la escalera en el tronco de este y comenzó a subir hasta llegar a la primera rama gruesa del árbol, con cuidado subió una pierna y luego la otra, se abrazo con ambos brazos a la rama para no caer, se sentó y luego subió a la siguiente y así por dos más, hasta llegar a una mucho más gruesa y resistente.

Está es perfecta—

Se sentó sin preocupación en la rama y dejo caer sus piernas, desabrocho la camiseta de botones azul que llevaba puesta y respiro profundamente mientras el viento se sentía mucho mejor desde ese nivel de altura.

En su habitación estaba Nair, hace poco había colgado una llamada con Venh que lo dejo de muy mal humor, estaba irritado y se podía notar en su cara y acciones, los ventanales de su habitación estaban cerrados, no quería escuchar ruido alguno, entonces se acerco a uno de los ventanales para mirar a los árboles, le gustaba pensar que en los días con mucho viento bailaban para él.

Las flores del ayer.Where stories live. Discover now