Capitulo 6.

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Venh y Nair caminaban por la gran estancia de la casa, tenia sillones perfectamente acomodados, eran color negro, haciendo juego con una mesa de cristal con algunos adornos exóticos encima de esta, mucho espacio y pocas cosas, cuando subían las escaleras Venh agarro el gato entre sus brazos, el gato no hizo ningún movimiento a pesar de que gozan de un mal carácter, sin duda le conocía.

¿Quién es un bebecito hermoso? –Venh pegaba su nariz a la del minino –

Nair continuaba su paso recto y tranquilo, como si no tuviera ganas de respirar si quiera, luego de subir las escaleras pasaron varias puertas en color blanco, en una de ellas estaba un cartel de ''No molestar'' estaba perfectamente adornado, en color blanco y letras negras, perfectamente escrito y alineado, colgaba con una cadena en color plateado, definitivamente esa era la habitación de Nair.

Giro la perilla amarilla y abrió la puerta casi por completo, hizo una señal para que Venh entrara primero, su habitación reflejaba mucha calma, era blanca con colores muy crema, tenia una buena iluminación por los grandes ventanales de la casa, los cuales estaban muy cerca del balcón donde Yael lo había mirado más temprano con su gato.

Nair era el hijo mayor de la familia, estaba bastante consentido y se podía hacer notar en todas las cosas que tenía, se acercó a un sillón que tenia en su habitación, muy grande, para tres personas y que parecía de la época antigua, con detallados de madera y algunas flores, se sentó de forma recta e invito a su amigo a sentarse junto a él.

Cuéntame todo sobre tu viaje –Nair mantenía el cubre boca aun puesto y sus palabras eran firmes con un tono suave, perfectamente entendibles—

Bueno, Inglaterra no resulto ser tan asombrosa como esperaba, será que me hiciste falta tú –Venh dejo al gato en el suelo, el cual se estiro un poco en la alfombra y corrió a su cama—

Sabes que no puedo ir, no estoy para viajes justo ahora, sabes que estoy enfocado en un proyecto que no quiero fallar.

Pero...

No—

La mirada de Venh se reflejo un poco triste, movió su nariz como buscando paciencia y se acerco a Nair, rompiendo mucha de la distancia entre ellos, se apegó bastante a él, rozando su estómago en el brazo de Nair, el cual permanecía tranquilo y con una mirada fría como estar a 0-grados.

Tú sabes que estoy aquí para ti, no dejare que nada malo te pase –Venh se acercó al rostro de Nair y con su mano comenzó a bajar el cubre boca, dejando al descubierto los labios rosas y carnosos—

No... --Nair comenzó a temblar mientras colocaba sus manos en los hombros de Venh— Hoy no...

Tú sabes que yo no soy como ella, Nair yo si te amo de verdad –Venh metía su mano por debajo del suéter— Hoy no te voy a lastimar, entiende que te extrañe mucho.

De nuevo, el hijo de una prestigiosa familia estaba siendo violado por su mejor amigo, lo estaba penetrando en su habitación, la mitad de su cuerpo estaba posicionado sobre el sillón, sus manos estaban apuñadas y sus rodillas pegadas a la alfombra del suelo, no soltaba ningún quejido o gemido de placer, conforme la penetración se hacia más profunda su cuerpo se estremecía por puro instinto, con su mano derecha logro subir de nuevo el cubre boca a su rostro, no quería que le viera el rostro en esa situación, pego la frente en el colchón blanco del sillón y apretó los dientes con fuerza cuando pudo sentir el semen entrar en el interior de su ano.

Nair suspiro y llevo sus manos a sus costados, comenzando a subir su pantalón, como pudo y sin ganas se levanto y se sentó en el sillón, miro directo a los ojos azules de Venh.

Este ya se encontraba cerrando el cierre de su pantalón de mezclilla, se acerco a Nair y le beso en los labios de una forma suave por sobre el cubre boca.

Pude notar que tienes servidumbre nueva –Venh abrazaba a Nair por el pecho, colocando su cabeza contra el de él—

Es el jardinero, mi madre esta encantada con él, dice que esta haciendo un buen trabajo en casa.

Vaya... ¿De donde lo saco? ¿De un barrio pobre de muertos de hambre? –El tono de Venh claramente era a forma de burla—

No me interesa de donde, no es mi asunto –Nair fijo su vista en el ventanal de en medio, eran tres grandes, noto como el sol ya estaba bajando lo suficiente, avisando que el día ya se iba—

Pídele a una de tus criadas que traiga comida a la habitación—

Yael había terminado los dos grandes maseteros, estaba feliz con el resultado, los colores quedaron perfectamente acomodados tal como quería.

Al llegar a casa Laila tenia su cena lista, de verdad se sentía como un hogar, poder cenar de una forma decente los cuatro juntos, adoraba a sus sobrinos y estaba seguro de que haría cualquier cosa por ellos, aun si eso no le correspondía a él.

Laila continuaba sonriente mientras comía, le platicaba que su hija estaba mejorando en la escuela, que Yulian estaba más activo que nunca y que había colocado semillas nuevas en el jardín, con la esperanza de que nacieran, eran algunos arboles que en realidad deseaba tener en casa.

Limón y naranja –La voz de su hermana menor sonaba tan dulce y risueña—

Si sabes que tardaran mucho en crecer ¿Verdad? –Yael se burlaba de ella mientras se echaba otro bocado—

El ambiente en la mesa era agradable, los niños reían al igual que su madre mientras charlaban entre ellos y hacían bromas divertidas, para ellos.

Luego de la cena y el baño de los niños Laila y ellos se fueron a la cama, Yael se encontraba en el único sillón de la casa, mirando las notificaciones de su celular, tenía algunas solicitudes e invitaciones a fiestas, al igual que mensajes de chicas interesadas en él.

No tengo tiempo para estas cosas—


Las flores del ayer.Where stories live. Discover now