-¿Qué quiere señor García?- dije nerviosa por su actitud
-La quiero a usted- dijo intentando besarme
-¿¡Qué se cree usted que está haciendo?!- grité mientras le apartaba de mí de un empujón -ni se le ocurra acercarse a mí de ese modo- dije casi gritando
-¿Por qué?- dijo desconcertado, no debía recibir muchos rechazos -Usted no tiene novio, yo no tengo novia, ambos tenemos necesidades, ¿Cuál es el problema?- dijo desubicado
-No quiero acostarme con usted y le agradecería que volviese usted a la hoguera- dije aun alterada.
Sandra, salió de nuestro escondite ante la situación y se acercó desafiante al suboficial.
-Discúlpenme, enserio, no era mi intención, si hubiera sabido que ustedes...
-¿Qué quiere decir?- dije desconcertada
-No se preocupen, no se lo diré a nadie... pero con que su novia me hubiera puesto cara de pocos amigos cuando le pregunté por su vida privada, lo habría entendido y nos habríamos ahorrado este momento incómodo- me dijo obviando a mi rubia, que se estaba alterando por momentos.
-Fuera, es una orden- dije severa -y más le vale que nadie se entere de esto, o usted y yo vamos a tener problemas- dije antes de que desapareciese entre la negrura de la noche.
-Disfruten- dijo antes de desaparecer en dirección a la fiesta.
-Eso ha sido raro- dije abrazando a mi rubia por la espalda mientras volvíamos a nuestro rinconcito.
-Y que lo digas- contestó mirando hacia donde había desaparecido el oficial -Da igual, es un momento para nosotras- dijo cogiendo mi mano y sentándonos en el sitio que nos encontrábamos anteriormente.
-¿Han escrito tus padres?- pregunté curiosa
-Sí, me han dicho que te quieren conocer- dijo mi rubia acariciando mis manos y mis antebrazos que la rodeaban.
-Wao- dije sorprendida -no sé si estoy preparada para tener suegros.
-En realidad, papá y tú tenéis muchas cosas en común- dijo mi rubia alegre
-Solo una- dije coqueta
-¿Y tú qué sabes?- dijo Sandra extrañada -A ver, lista, ¿el qué?- dijo desafiante ante mi mirada de suficiencia.
-Lo que más amamos en el mundo es a ti- le contesté susurrando en su oído.
-Eres una tonta- dijo riendo levemente, yo podría jurar que estaba más roja que un tomate pero había muy poca luz y estaba de espaldas a mí -¿qué tal tu día? Has estado más rara de lo normal, ¿ha pasado algo?
-Ha sido un día intenso- comencé mientras suspiraba -En el desayuno he hablado con Darren sobre la conversación que tuvimos anoche... y me ha dicho que si conseguimos un plan descabellado que acabe con esta guerra apuesta su culo porque todos me seguirán hasta el final y me he sentido súper bien y a la vez muy mal por sentirme bien... no sé... no sé qué hacer...- dije resoplando otra vez
-¿Qué te parece si lo hablamos mañana cuando los pilotos se hayan marchado?-siempre sabría cómo hacerme sentir mejor
-¿Quién crees que se marchará?- pregunté
-Algún novato- contestó ella -y puede que el pervertido de Antonio con su hermano.
-¿Enserio?- me sorprendí -¿Por?
-Porque no consigue ninguno de los dos acostarse contigo- contestó divertida
-Yo ya tengo a mi rubia, no necesito más gente en mi cama... y menos a uno de esos dos pervertidos pesados...- contesté en tono cursi
ESTÁS LEYENDO
La Bella y La Bestia
RomanceMuchos corazones latiendo al son de los tambores de guerra. El amor, a veces se da en los momentos más inesperados. Historia terminada. No sé si habrá una continuación pero no lo creo. Cualquier sugerencia, pregunta o crítica, podéis dejármela en l...