Capítulo 6

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-Andrés- dije a uno de los soldados que estaba a mi lado -¿Donde esta Sandra?- dije mirando por encima de las cabezas de los soldados que me rodeaban.

-No lo sé- dijo comenzando a mirar él también -estaba allí dijo apuntando un punto de la aeronave con la mirada

-gracias- dije mientras comenzaba a caminar hacia el sitio que me había señalado -¡Sandra!- me asusté al verla tirada en el suelo rodeada por un charco de sangre -¡¡un médico!!¡¡Que venga un médico, por dios!!- dije rompiendo en llanto mientras presionaba la herida de bala que había en el pecho de mi rubia.

Su pelo estaba bañado por su sangre, cada vez le costaba más respirar y sus ojos comenzaban a cerrarse

-Amor, no me dejes- dije dejando caer una lágrima sobre su rostro -eres todo para mí, nos tenemos que casar ¿recuerdas?- dije manteniéndola entre mis brazos.

Cuando me quise dar cuenta de lo que ocurría a mí alrededor se estaban llevando a Sandra en una camilla hacia un grupo de cabañas parecidas a las que ocupábamos nosotros cerca de la frontera.

-Sé feliz- conseguí leer en sus labios antes de que la metieran en una cabaña. Mis lágrimas caían desesperadas al vacío, varios hombres continuaban agarrándome de brazos y piernas evitando que saliera del avión.

Varios soldados se sumaron a nosotros en la misión y se acomodaron en la nave mientras avanzábamos hacia nuestro siguiente objetivo. Todo mi ser, toda mi felicidad se había quedado en aquella camilla, no sabía si ella aún seguía viva o no... No sabía si sobreviviría.

-Capitán- dijo un soldado sacudiéndome en mi asiento, hacía rato que no me quedaba fuerza para seguir luchando por saltar al vacío de modo que me recosté en un asiento para crear la imagen de nuestra boda -faltan dos horas para llegar al próximo destino. El señor Darren me envía para decirle que él quiere hablar con usted- dijo el soldado cuando le presté atención

-Está bien, puedes retirarte- dije levantándome del asiento ante la mirada de varios soldados.

Me dirija en silencio hacia la cabina de mando cuando me crucé con Darren.

-¡Oh!- dijo al verme -Iba a verte- dijo reparando en las marcas de lágrimas que aún estaban presentes en mi rostro

-Me dijo el soldado que enviaste que me querías ver- dije sin vida en mis palabras.

-¿cómo te sientes?- preguntó

-Fatal- dije desganada -creo que esto no tiene futuro.

-Ambos sabíamos que esto podía suceder- dijo en un tono severo -y lo asumimos- continuó -podrías haber sido tú o cualquier otro. Si hubiera sido así seguiríamos con el plan con más ahínco para honrar su recuerdo... además ¡ni siquiera sabemos si ha muerto! Diablos, ella es casi tan fuerte como tú, ella habría seguido por ti ella habría terminado la misión con éxito por ti- dijo al borde del llanto -yo lo habría hecho- finalizó dejando caer una lágrima que atravesó su mejilla izquierda dejando un surco en el polvo que acumulábamos

-Estás lleno de mierda, Darren- dije provocando una risa débil por su parte

-¿No te has mirado al espejo, verdad?- dijo mirándome de arriba a abajo

-No- dije dedicándole una débil sonrisa -debo dar asco- concluí

-Pero eso desde siempre- dijo riendo y provocando una carcajada por mi parte -aun así sigues preciosa- dijo mientras revolvía mi pelo con una mano -creo que es hora de una de tus magníficas charlas-dijo mirando a los soldados.

-Señor, queda media hora para aterrizar, deberían estar preparados cuando aterricemos, no se sabe qué puede haber ahí abajo- dijo el copiloto del avión.

La Bella y La BestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora