-¿Estás lista para el juicio?- me preguntó el abogado cuando entramos en la casa de mis suegros
-Sí- contesté mirando a mi rubia, que estaba apenada ahora.
-¿Has comido algo?- preguntó su madre desde la puerta de la cocina -¿O os habéis dedicado a fo...- le interrumpió su marido con un codazo disimulado que me causó gracia.
-No ha comido- contestó Sandra por mí. Su madre le devolvió una sonrisa pícara que hizo que ella se sonrrojara.
El señor Montenegro se acercó a mí con cara de pocos amigos -Me caes bien- comenzó.
-Pero si le hago daño a su hija me las veré con usted- completé su frase provocando una mirada de sorpresa en su rostro -tranquilo, no pienso hacer nada de lo que me pueda arrepentir- dije mirando detrás de él viendo la cara de asesina de Yaky.
-¿Qué habíamos dicho de amenazar en la primera visita?- preguntó sarcásticamente regañándole -Perdonale hija... es...
-No te preocupes Yaky, lo entiendo- dije mirando a Roberto buscando algo de complicidad -la quiere mucho y no se podría perdonar que alguien le rompa el corazón, es normal...
-Eres una buena chica- dijo mirándome intensamente a los ojos y entregándome un bocadillo enorme -Supuse que no querríais perder el tiempo comiendo... comida- dijo riéndose de su propio comentario. Que a mí me hizo cohibirme.
-Les agradecemos la atención pero me temo que nosotros nos tenemos que retirar- dijo mi abogado abriendo la puerta detrás nuestra.
-Muchas gracias- dije a Yaky dándole dos besos y un abrazo.
-Suerte- dijo Roberto extendiéndome la mano como saludo. Yo ignoré su mano y le di un abrazo y dos besos.
-Muchas gracias Roberto- dije al separarme de él. Sandra se acercó y me dio un beso en los labios.
-Ahora nos vemos- me dijo al oido mientras me abrazaba -pase lo que pase yo te voy a esperar- dijo y besó mi hombro -espérame tú también.
-Siempre- dije yo y planté un beso en su mejilla a modo de despedida -Hasta luego- dije agitando la mano antes de cerrar la puerta del patio detrás de mí.
El camino a los juzgados Marcos se la pasó dándome ideas para el discursito que debía soltarle al juez, pero esos discursos no necesitaban de ideas externas. cuando estuviese delante del juez ya pensaría en algo...
-Kate... ¿Me estás escuchando?- preguntó mirando a la carretera.
-Sí, perdona, me he despistado- me disculpé.
-Por favor. Por lo que más quieras- Sandra vino a mi cabeza -convence a ese juez que tus causas eran nobles- dijo mirándome a los ojos casi desesperado.
-Ese era tu trabajo- dije burlándome -el mío es cagarla- me reí con él -No te preocupes, yo me encargo- dije dándole un pequeño puñetazo en el hombro -por cierto... ¿Quién es el juez?- pregunté.
-¿En serio no te has fijado en el juez durante todo el proceso?- me preguntó con los ojos muy abiertos, a lo que contesté con una carcajada a la que en seguida se unió.
-Casi me matas de un infarto
-No por favor, no añadas homicidio involuntario en mi lista de cargos- bromeé -Gracias- dije un rato después.
-De nada- dijo mirándome con ternura.
-No me mires así- me quejé
-¿Prefieres esta otra?- dijo poniendo cara de pillo haciéndo referencia a lo que habíamos estado haciendo Sandra y yo toda la tarde.
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La Bella y La Bestia
RomansaMuchos corazones latiendo al son de los tambores de guerra. El amor, a veces se da en los momentos más inesperados. Historia terminada. No sé si habrá una continuación pero no lo creo. Cualquier sugerencia, pregunta o crítica, podéis dejármela en l...