Te tengo a ti

Capítulo 8 - ¿Puedo sentarme?

Por fin llegamos a casa después de haber estado caminando mas de 20 minutos, estábamos como no, helados, yo había insistido en que nos turnáramos la cazadora de Niall, y auque él no quería, lo habíamos ido haciendo, pero no había servido de mucho, creo que me había servido más el brazo que Niall me pasaba por los hombros cuando yo no tenía la chaqueta.

Mi madre nos abrió antes de que yo pudiera picar al timbre y su cara lo decía todo.

-¡Pero bueno, de dónde venís!- Dice abriendo los ojos nada mas abrir la puerta, y apartándose para dejarnos entrar al ver que estábamos completamente muertos de frío.

-Pues de la playa como puedes ver mamá- Ya estábamos secos y la arena se nos había ido cayendo por el camino, pero nuestras ropas estában arrugadas y mi pelo era un poema, me habían empezado a salir unos rizos increíbles al secárseme al aire.

-Niall hijo, a ti te llevo a casa en coche ahora mismo.- Le dice mi madre.- ¿Cómo se te ocurre venir hasta aqui andando a estas horas y así?-

-Bueno, en estas condiciones no podíamos coger un taxi y si no tendría que venir ella sóla.- Dice mientras mi madre busca unas llaves en una chaqueta.

-Aquí están, espérame aquí mientras saco el coche del garaje.- Desaparece por la puerta y yo me acerco a Niall.

-Gracias.- Le digo devolviéndole la chaqueta que en ese momento tenía yo puesta.- Por todo quiero decir, por acompañarme, por invitarme... me lo he pasado genial.- Le sonrio dándole a entender que de verdad estába muy agradecida, y me devuelve la sonrisa con ese toque que sólo sabe darle él ¿Toque irlandés?

-No hay de qué.- Se acerca a mi y me da un beso en el pelo de modo protector, justo después suena el claxon del coche de mi madre afuera indicando así que Niall ya puede salir.

-Nos vemos, esperemos por mi bien que mi madre aún no esté en casa.- Me dice riendo

-Esperemos.- Rio yo también mientras me dedica una última mirada antes de salir por la puerta.

Subo las escaleras corriendo dispuesta a darme una ducha, no había cosa que más me apeteciera en ese momento.

Mientras estoy bajo el agua empiezo a repasar la noche, fue muy divertida sobre todo cuando Niall se puso a bailar, incluso fue divertido cuando nos caimos al agua o tiré sin querer a Niall en la arena, un auténtica locura, me sigo riendo sola hasta que de forma automática vuelve a mi cabeza el beso. Es como si desde que había llegado a casa lo hubiera estado apartando inconscientemente, pero de alguna manera sabía que estaba ahí, en un rincón de mi mente esperando para volver a salir en cualquier momento. Volví a recordar la mirada de dolor de Niall cuando sólo le intenté dar ánimos con aquel gesto, y una puzada de dolor me atravesó mientras cogía una toalla y salía de la ducha, los ojos me ardían a causa de las lágrimas que se me empezan a acumular en los ojos. No, de ninguna manera iba a llorar, había sido una noche estupenda y no la iba a estropear, así que me intenté tragar el nudo de la garganta.

Me vestí y cuando me disponía a secar el pelo escuche la puerta de casa, mi madre había vuelto. Prendí el secador para darle a entender que estába alli y que no hacía falta que me buscara.

Al salir del baño me asomé por la barandilla desde donde se veía el piso de abajo y observé dónde estába mi madre, estába en el salón, la luz de televisor me lo indicaba.

-¡Me voy a la cama mamá, buenas noches!- Se lo dije desde allí para evitar que notara en mi cara dolor o cualquier otra cosa, mi madre en éso era un verdadera experta, con tan sólo mirarme podía adivinar mi estádo de ánimo.

-¡Espera hija!.- Me detuve en seco de camino a mi habitación.- ¡Baja un momento! Tengo que hablar contigo.- O no, espero que no haya notado nada rarro en mi antes de irse a llevar a Niall.